El IDPC invita a reencontrarse con quienes ya partieron, a través de una conversación plural sobre la muerte y, en especial, sobre los Columbarios, estructuras funerarias ubicadas en el antiguo 'Cementerio de Pobres', hoy Globo B del Cementerio Central de Bogotá.
Con la campaña #Todosnuestrosmuertos, el IDPC recoge una costumbre muy arraigada en Bogotá, que consiste en la práctica de visitar con fervor los cementerios para el encuentro con los difuntos, el arreglo de sus tumbas y la evocación de su memoria y legado.
A través de sus redes sociales, el IDPC compartirá con la ciudadanía contenidos relativos a la importancia del culto a las ánimas y el mes de los difuntos, como un encuentro devocional considerado patrimonio cultural.
Durante años, esta fecha ha sido registrado por la prensa, revistas y otras fuentes históricas, y ha servido de inspiración para la creación de diferentes lenguajes literarios, como crónicas, cuentos, poesía, caricatura, sátira e inclusive la denuncia pública.
El grupo de Investigación del IDPC también presentará parte de los hallazgos de un ejercicio de exploración que intenta desenterrar la memoria de los difuntos inhumados en el Cementerio de Pobres y en los Columbarios, como insumos para comenzar a narrar en colectivo las historias detrás de este lugar funerario tan valioso para Bogotá. Son más de 100 años de historia (1855-2000) de un sector, que recibió los cuerpos de una amplia población de sectores populares, quienes con sus nombres, cuerpos, memorias, huellas de desalojos sufridos y dolientes emergen para alimentar los relatos históricos sobre Bogotá.
Asimismo, el IDPC destacará los oficios funerarios como parte fundamental de esta práctica devocional: las experiencias de vida de los “artesanos de la muerte” quienes practican la marmolería, venden flores y hierbas, los escaleristas y las y los rezanderos que han cargado de sentido los espacios creados para el descanso de los difuntos.
Invitamos a la ciudadanía a que comparta sus historias y experiencias relacionadas con los Columbarios y el ‘Cementerio de Pobres’ tanto para recordar colectivamente a los que ya partieron, como para reflexionar sobre la significación cultural que han tenido estos espacios en el devenir de la ciudad.
Sobre el origen de tradición católica y religiosa
La fiesta de todos los santos y la conmemoración de los fieles difuntos se celebran el 1 y 2 de noviembre respectivamente.
La fiesta de los difuntos fue constituida por el abate cluniacense San Odilón, como una práctica obligatoria en su comunidad que debía ofrecer limosnas, oraciones y sacrificios por todas las almas del purgatorio.
Con el tiempo se generó la costumbre de visitar los cementerios, arreglar las tumbas con flores y rezar por los difuntos.
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