El pasado 25 de mayo, se dio cierre a ‘Hallazgos 2.0 Cementerio de pobres: Fragmentos en collage’, un proceso participativo del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) que hizo parte de la estrategia de activación social del antiguo Cementerio de pobres y sus columbarios, a través de una exposición de archivos de muertos, recopilados en ejercicios de observación, escritura y armado de expedientes a partir de la imaginación y creatividad de las y los participantes de las jornadas de activación. Además de lápidas bordadas, y lectura de diarios intervenidos por artistas en los que se relataron historias de personas enterradas en este lugar.
Estos ejercicios se realizaron a través de laboratorios y talleres con participantes como Sabrina Rodríguez, Laura Macías, León Legrand, La Propia Nubecita, María Angélica Bernal, Camila Góngora, Mónica Ángel, Diana Duarte, quienes crearon diarios ficticios a partir de historias reales de mujeres, hombres, niñas y niños enterradas en este lugar. “Los ejercicios de memoria permiten generar nuevos lenguajes y aproximaciones a lugares que han sido relegados u olvidados. En el caso del Antiguo Cementerio de pobres es importante que la ciudad vuelva a ver el lugar, ubique y reconozca al Cementerio desde su trayectoria histórica, pero también desde sus posibilidades a futuro de restauración y apertura”, comentó Valeria Miranda, integrante del equipo de Investigaciones del IDPC.
Durante estos tres meses de talleres, la comunidad que participó tuvo una respuesta positiva y receptiva, ya que la mayoría no conocía el espacio pero encontró formas de conectar la historia del cementerio con la Bogotá actual. Además, las reflexiones que cada asistente tuvo al conocer la historia del espacio les ayudó en su proceso creativo.
Tanto Hallázgos 1.0 como su versión 2.0, reforzaron la investigación y la activación que dio como resultado la publicación del libro ‘La Bogotá de los muertos. Borraduras y permanencias en el Antiguo Cementerio de Pobres’, en el que se ahonda en la función de este lugar, quiénes fueron enterrados y enterradas, y cómo este espacio ha transitado por el tiempo de la ciudad.
“Esta experiencia fue bastante increíble puesto que era un lugar muy cercano pero a la vez tan desconocido. Gracias a la invitación del equipo del IDPC por permitirme no solo conocer el Cementerio de pobres sino ver la transformación que ha tenido, además de poder conocer la historia a través de los ojos de alguien más con los registros necrológicos que nos mostraron”, comentó Diana Mejía, curadora y bordadora.
El Cementerio de pobres y sus columbarios son relevantes para la historia, la memoria y el patrimonio de Bogotá porque “durante aproximadamente 150 años fue el espacio de entierro de la mayoría de bogotanos y bogotanas y el lugar de homenaje y de memoria de la clase trabajadora”. Invitamos a conocer parte del proceso de creación de Hallazgos en la siguiente galería: