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La Corporación Colombiana de Teatro — CCT reconoce dos grandes etapas en su devenir histórico. La primera inicia con su fundación en 1969, como agremiación que defendía los derechos de quienes hacían teatro y que, debido a su activismo político y artístico, fueron expulsados de contextos universitarios, como ocurrió con agrupaciones que derivaron en la creación del Teatro Experimental de Cali — TEC y de La Candelaria en Bogotá.
En esta etapa, la CCT jugó un papel decisivo en el movimiento teatral nacional: impulsó la autonomía creadora, promovió la consecución de salas propias y propició los Festivales de Nuevo Teatro.
La segunda etapa tiene un hito fundamental: la fundación de la Sala Seki Sano en 1991. Este hecho, junto con el liderazgo de Patricia Ariza en la dirección general, consolidó a la CCT como agente clave del teatro de creación colectiva, articulando propuestas escénicas y pedagógicas con procesos sociales y comunitarios.
Fuente: Corporación Colombiana de Teatro
Ubicada en el centro histórico, la CCT ha contribuido activamente a la expansión y proyección de la creación colectiva, no solo como metodología artística, sino como herramienta de formación, participación ciudadana y reflexión crítica. A través de iniciativas como el Festival de Mujeres en Escena por la Paz y el Festival Alternativo de Teatro, este espacio ha abierto la circulación a múltiples voces y lenguajes, fomentando el trabajo en grupo como eje de la creación.
Fuente: Corporación Colombiana de Teatro
En coherencia con los objetivos del PES, la CCT se reconoce como territorio cultural clave para la transmisión intergeneracional de saberes, la documentación de procesos y la formación de nuevos colectivos. Su labor permanente en el acompañamiento a grupos independientes, el desarrollo de dramaturgias colectivas y el fortalecimiento de redes culturales la sitúa como un nodo estratégico en el ecosistema del teatro de creación colectiva en Bogotá.
Fuente: Corporación Colombiana de Teatro
La Creación Colectiva de Teatro en Bogotá ha encontrado sus raíces y ha florecido en territorios emblemáticos, donde las dinámicas sociales y culturales de la ciudad se entrelazan con el arte teatral. Entre estos territorios, el Teatro La Candelaria se erige como un símbolo de resistencia cultural y una de las cunas de la creación colectiva.
Ubicado en el corazón histórico de Bogotá, el Teatro La Candelaria ha sido el epicentro de la creación colectiva. Este no solo es un lugar físico donde se han representado innumerables obras, sino también un espacio de construcción comunitaria. Aquí, actores, dramaturgos,directores y espectadores se han reunido durante décadas para dar vida a proyectos que cuestionan, investigan y narran la realidad colombiana. El teatro mismo es testigo de las luchas sociales, de la búsqueda de justicia y de la resistencia frente a las múltiples crisis que ha atravesado el país.
Imagen tomada del Registro fotográfico de la SCRD
La geografía del teatro, enclavado en el barrio La Candelaria, también tiene un significado especial: la cercanía a centros de poder, como la Plaza de Bolívar, convierte a este espacio en un escenario de lucha simbólica donde el arte confronta directamente las estructuras políticas y sociales.
Imagen tomada de la página web del Teatro la Candelaria
Además de La Candelaria, la creación colectiva ha resonado en otros espacios culturales de Bogotá, como la Corporaciòn Colombiana de Teatro, el Teatro Garcia Marquez el Original, el TECAL, el Teatro Taller de Colombia… que han sido centros de investigación y formación teatral, donde se sigue experimentando nuevas formas de crear colectivamente.
Imagen tomada de la página web del Teatro la Candelaria
La improvisación ocupa un lugar central en los procesos del teatro de creación colectiva. Lejos de ser un ejercicio casual o meramente técnico, funciona como dispositivo metodológico que permite a los grupos explorar, construir y transformar colectivamente el sentido de una obra desde el cuerpo, la voz y la escucha mutua.
A través de la improvisación, intérpretes y creadoras revelan tensiones, imaginarios, memorias y emociones que luego se discuten, se reelaboran y, en muchas ocasiones, se integran al material final de la obra. Es un lenguaje grupal en movimiento, donde cada gesto, palabra o silencio puede convertirse en parte del relato común.
La improvisación refleja, además, el carácter horizontal del proceso: todas las voces pueden emerger y lo inesperado se vuelve método. En ese sentido, simboliza apertura, escucha y construcción colectiva del sentido estético y político de la escena.
Fuente: Corporación Colombiana de Teatro
Desde la perspectiva del PES, la improvisación representa un saber en acción que debe visibilizarse, sistematizarse y transmitirse. Su uso constante en ensayos, laboratorios y espacios formativos mantiene viva la creación colectiva como metodología sensible al contexto y en permanente renovación.
Reconocer la improvisación como patrimonio inmaterial asociado a esta práctica implica valorar tanto su dimensión artística como sus aportes a la pedagogía, la memoria escénica y la construcción colectiva de conocimiento teatral. En ella se condensan el lenguaje del grupo, la identidad del proceso y el pulso compartido de la creación.
La Creación Colectiva de Teatro no solo implica una metodología, sino que está cargada de símbolos y elementos que reflejan su profundidad artística y social. Estos elementos, más allá de su función física, son portadores de significado, reflejando la resistencia, la experimentación y la comunidad.
Fuente: Teatro la Candelaria
Durante el primer año de implementación del Plan Especial de Salvaguardia del teatro de creación colectiva muchos han sido los retos, pero quizás uno ha sobresalido por sobre los demás: la necesidad de fortalecer los grupos de teatro. Esto es entender las dinámicas propias de los grupos, comprender sus similitudes, diferencias y adaptar los procesos propios del PES a sus necesidades. No es un asunto menor esta tarea, pues nos ha permitido profundizar en la noción misma de grupo y su relación recíproca con la Creación Colectiva como método. Por ello resulta pertinente retomar uno de los capítulos más relevantes del Plan Especial de salvaguardia titulado La Creación colectiva y la noción de grupo, del que presentamos a continuación un apartado adaptado:
Santiago García, en su texto titulado Sobre el concepto de grupo de teatro, afirma que existe una relación “tangencial” entre el grupo de teatro y la creación colectiva. Tangencial porque, afirmaba entonces, se tenía el prejuicio que pretendía “asociar automáticamente el concepto de grupo con el método de la creación colectiva” (García, 1999 [2022], p. 480). Pero para García, un grupo en la creación colectiva tiene tres características específicas que hacen posible identificarlo como tal. Parafraseando a García, estas son: la primera, la intención de desarrollar un proyecto estético que, a diferencia del emprendido por una empresa o compañía, no esté orientado a la garantía del éxito, incluso si esto implica una ganancia a nivel estético y un fracaso a nivel financiero. La segunda, la existencia de un programa con delineamientos comunes en relación con el repertorio y la tercera, la “aceptación reticente” de que dicha labor es un permanente intento por lograr consolidar público popular.
Fuente: Teatro la Candelaria
La distancia que Santiago García marca entre el grupo y la compañía, o la “franquicia”, y la apuesta por el ejercicio de la libertad creativa en colectivo, continúa hoy en día marcando una diferencia entre modalidades de creación artística y teatral enfocadas unas en crear “productos teatrales” y otras en desarrollar procesos creativos, cuyo fin puede (o no) ser una obra.
En la Creación colectiva se trata, sin más, de reconocer que el grupo de teatro es un modo de vida. “Modo de vida quiere decir una actividad constante, permanente, que implica unos hábitos en el sentido no mecánico, rutinario, sino de trabajo organizado, diario, en donde se pone en tensión las expectativas que se generan alrededor de las obras que se están creando, y la experiencia misma del grupo”. (Arcila, G. comunicación personal, 29 de abril de 2023). Este reconocimiento del grupo como pilar indiscutible de la creación colectiva genera indudablemente un trabajo de carácter horizontal, por lo que la teatróloga Vivian Martínez afirma que “la Creación colectiva es una forma de crear que está ligada con la experiencia del teatro de grupo; el teatro de grupo como un conglomerado de artistas que se unen en torno a una figura líder con la que compartes ideas, propósitos frente al teatro, y es una forma de creación en la que todos los integrantes del grupo tienen una responsabilidad directa en todas las decisiones de carácter artístico y de otro tipo que se pueden tomar dentro del colectivo” (Martínez, V., comunicación personal, 2 de mayo de 2023).
No se trata, en palabras de Patricia Ariza o de Gabriel Uribe, de un “colectivismo” en el que “todos hacen de todo”, o de un “democraterismo” para la toma de decisiones que involucre de manera “equitativa” los pareceres de los integrantes del grupo. Se trata, tal y como lo señala Martínez, de la participación responsable de los miembros del grupo en la toma de decisiones para la producción artística, y en la que la figura del director o directora teatral desempeña un papel fundamental. Como afirma Gabriel Uribe, “el director de una obra de proceso de Creación colectiva es aquel que tiene la capacidad de asimilar todo lo que producen los actores y los técnicos y los especialistas que van a estar en el teatro. Es decir, que tenga la capacidad de recoger eso”. (Uribe, J., comunicación personal, 2 de mayo de 2023).
En ocasiones se crean malentendidos y se piensa que la Creación colectiva es una manera de acabar con las especialidades del teatro, “en donde todo el mundo hace de todo”. Esta creencia está lejos de la realidad, pues de lo que se trata en realidad es de una horizontalidad entre los integrantes del grupo que reconoce y potencia los talentos individuales, y que, en palabras de Patricia Ariza, ve en el actor a un “sujeto creador”.
Fuente: Teatro la Candelaria
Nora González sintetiza buena parte de lo señalado hasta el momento, al enunciar la Creación Colectiva como una forma de vida “corajuda” que, al continuar apostándole al modelo de “grupo de teatro”, reta unas lógicas institucionales y burocráticas que promueven modelos de creación alrededor de proyectos cortoplacistas y que, a su vez, terminan dejando a los actores perdidos “como un barco sin mástil para saber para dónde van”. Reunirse en grupo para hacer teatro pareciera todavía más relevante en tiempos como los actuales, en los que el individualismo es el sistema imperante y en el que el colectivismo, pareciera un modelo “en extinción”.
Al valor especial de una producción artística cuando era acometida por un grupo, se refería así Santiago García:
“Es muy común en el medio teatral de hoy en día oír hablar de la crisis o la muerte de la concepción de grupo. Y me parece paradójico que se sienten tales afirmaciones cuando, precisamente hoy, los más destacados y serios investigadores en el campo de la sociología y de la antropología afirman que la alternativa más interesante para el futuro de la sociedad humana está cabalmente en el grupo, o en la tribu como la llama Michel Maffesoli”. (García, 1999 [2022], p. 481).
Patricia Ariza —Vélez, Santander, 1946— es dramaturga, actriz, poeta, directora y defensora de derechos humanos. En la historia de la creación colectiva en Colombia es figura indispensable, con una huella profunda en el teatro nacional, en especial en su dimensión colectiva, feminista y social.
Fundadora, junto a Santiago García, del Teatro La Candelaria, Ariza ha desarrollado una práctica en la que el arte es inseparable del contexto, de la memoria histórica y de las luchas sociales. A lo largo de su carrera ha promovido la creación colectiva como espacio de escucha y visibilización de voces marginadas —mujeres víctimas del conflicto armado, liderazgos sociales, comunidades desplazadas y actores sociales en resistencia—. Desde su liderazgo en la Corporación Colombiana de Teatro y en festivales como Mujeres en Escena por la Paz, ha impulsado metodologías basadas en el testimonio, la acción directa y la construcción de escenas desde la vida de quienes las representan
Fuente: Corporación Colombiana de Teatro
Su labor ha sido clave en la formación de nuevos colectivos y en la articulación entre creación escénica y procesos de construcción de paz, justicia y reparación simbólica. Patricia Ariza demuestra que el teatro colectivo no es solo una técnica, sino una herramienta para transformar la realidad desde lo sensible, lo ético y lo comunitario.
La Creación Colectiva de Teatro ha sobrevivido y prosperado gracias al trabajo de actores, directores, dramaturgos y académicos que han dedicado su vida a esta práctica. Estas personas no solo representan una corriente artística, sino que son la memoria viva que ha nutrido y expandido esta metodología, asegurando su continuidad.
El maestro Santiago García, co-fundador del Teatro La Candelaria, es una de las figuras más representativas de la creación colectiva en Colombia. Santiago García no solo fue un pionero en adoptar esta metodología, sino que inspiró a generaciones de artistas a explorar la creación como un proceso. Bajo su dirección, La Candelaria produjo algunas de las obras más icónicas de la creación colectiva, donde la voz de cada actor y creador fue escuchada y plasmada en el resultado final. Su legado sigue vivo en cada montaje y en la manera en que el teatro sigue transformando las realidades sociales.
Imagen tomada de la página web del Teatro la Candelaria
Los actores y actrices son los principales portadores de la memoria viva en la creación teatral. No solo interpretan roles, sino que también aportan sus propias experiencias y vivencias al proceso de construcción del texto y la puesta en escena. Su formación en la creación colectiva implica un trabajo profundo en el que cada intérprete no solo se convierte en un vehículo para contar una historia, sino que también comparte su perspectiva única sobre la realidad social y cultural.
Imagen tomada de la página web del Teatro la Candelaria
A menudo, estos artistas se involucran en talleres y espacios de creación que fomentan el diálogo y la colaboración, permitiendo que sus historias personales y colectivas se entrelazan en el tejido de la obra. Esto no solo enriquece el resultado final, sino que también crea un sentido de pertenencia y cohesión entre los participantes, fortaleciendo el lazo comunitario.
El mecanismo de gestión del PES está conformado por el Colectivo de Salvaguardia, el cual se estructura en dos componentes: el artístico y comunitario, y el institucional. El componente artístico y comunitario está integrado por participantes que, desde diferentes territorios, practican la creación colectiva. Por su parte, el componente institucional lo conforman representantes de instituciones públicas distritales que han acompañado la gestión del PES desde su postulación y que brindan asesoría, seguimiento y apoyo técnico a su implementación.
Con el propósito de fortalecer la gestión del PES, el Colectivo de Salvaguardia conformó dos subcomisiones responsables de llevar a cabo las acciones priorizadas para el año 2024:
El Colectivo de Salvaguardia sesionó en las instalaciones del Teatro La Candelaria y, durante el 2024, llevó a cabo seis sesiones. En este primer año de implementación, la Subdirección de Patrimonio Cultural Inmaterial – SDAP del IDPC definió los siguientes productos como objetivos en el marco del Colectivo:
Asimismo, la Subdirección de Divulgación y Apropiación Social del Patrimonio del IDPC dispuso recursos para llevar a cabo acciones relacionadas con la investigación y divulgación de la Creación Colectiva y su dimensión patrimonial. Este recurso se formalizó mediante un convenio específico con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y su Facultad de Artes ASAB. El objetivo del convenio fue aunar esfuerzos científicos, investigativos, técnicos, financieros y administrativos para implementar acciones priorizadas en el marco del PES.
En articulación con la Dirección del Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural – DOGC de la SCRD e IDARTES, la Comisión de Mapeo está desarrollando el ejercicio de caracterización de grupos y espacios vinculados a la Creación Colectiva en Bogotá. Este trabajo ha generado dos productos del PES:
¿Haces parte de un grupo de teatro que crea sus obras de manera colectiva? ¡Este llamado es para ti! 🎭
Si tu grupo desarrolla sus obras de manera horizontal y colaborativa en Bogotá, te invitamos a completar este formulario y ser parte del Plan Especial de Salvaguardia (PES) del Teatro de Creación Colectiva en Bogotá. Esta iniciativa busca promover estas prácticas teatrales en nuestra ciudad.
¡Únete a la red y contribuye a visibilizar y fortalecer el teatro de creación colectiva!
En el marco de la Beca Historia contada en barrios y manifestaciones de Bogotá, ofertada por la SCRD dentro del portafolio de estímulos distritales 2024, el colectivo Cultura Itinerante desarrolló seis talleres de Creación Colectiva dirigidos a grupos comunitarios en las localidades de Bosa, Fontibón, Santa Fe y Teusaquillo. En este marco se realizaron:
Asimismo, en octubre se realizó un Encuentro de Intercambio de Experiencias y Saberes alrededor de la Creación Colectiva, organizado por la Gerencia de Arte Dramático de IDARTES y la Comisión de Divulgación del Colectivo de Salvaguardia.
Como secretaría técnica del Colectivo, el IDPC desempeñó un rol articulador clave en la realización de acciones divulgativas, consolidando la Comisión de Divulgación para implementar la acción “Difundir el PES de la Creación Colectiva”. Durante 2024 se avanzó en el fortalecimiento de estrategias de comunicación para el PES de la Creación Colectiva. Como parte de la Comisión de Divulgación, la Gerencia de Arte Dramático de IDARTES produjo dos crónicas audiovisuales sobre grupos bogotanos dedicados a esta práctica. Estos materiales, proyectados en septiembre, fueron grabados entre octubre y noviembre, y actualmente se encuentran en proceso de edición y posproducción.
El IDPC brindó apoyo logístico y técnico a través de su asesora PCI del PES de Creación Colectiva. Estos esfuerzos contribuyen a la construcción progresiva de un plan integral de divulgación interinstitucional, que articule las capacidades y acciones de comunicación de las entidades que integran el Colectivo de Salvaguardia.
En ejercicio de sus capacidades institucionales y en concordancia con su misionalidad, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural — IDPC adelantó, durante el primer semestre de 2025, diversas acciones orientadas a la implementación del Plan Especial de Salvaguardia — PES.
Durante el primer semestre de 2025 se avanzó en la implementación del convenio interinstitucional entre el IDPC y la Universidad Distrital. El convenio contempla:
Se realizaron actividades de alistamiento del convenio directo entre el IDPC y el Teatro La Candelaria, orientado, entre otros propósitos, al desarrollo de un proceso de formación teatral en contextos rurales.
Se espera que uno de sus aportes más relevantes sea equilibrar el acceso a procesos de formación entre contextos urbanos y rurales, ampliando oportunidades para grupos comunitarios que trabajan desde la creación colectiva. La iniciativa fortalecerá colectivos con arraigo territorial y activará dinámicas de colaboración mediante redes y alianzas entre instituciones públicas y privadas.
Se avanzó en la fase 2 del mapeo de espacios y grupos vinculados al teatro de creación colectiva en Bogotá. Esta acción es impulsada de forma conjunta por el IDPC, el Instituto Distrital de las Artes — Idartes y la Dirección de Arte, Cultura y Patrimonio — DACP de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte — SCRD.
El proceso inició en 2024 con el diseño metodológico, la elaboración de instrumentos técnicos y la fase 1. Entre las acciones del semestre se destaca la solicitud de inclusión y priorización de esta iniciativa en el Plan Anual de Investigaciones de la Dirección del Observatorio de Gestión Cultural de la SCRD, así como el alistamiento metodológico y logístico para ejecutar la fase 2, que contempla trabajo directo con comunidades a partir de julio de 2025.
Se consolidó la Comisión de Educación en la primera sesión del Colectivo de Salvaguardia. Su propósito es dar cumplimiento a la línea 4 del PES, orientada a promover procesos de enseñanza y aprendizaje sobre creación colectiva en espacios de educación formal, no formal y para el trabajo.
En esta etapa se revisó el alcance de la línea y se definió la puesta en marcha de un proyecto piloto de formación en creación colectiva para formadores, que se presentará ante el Sistema Distrital de Formación Artística y Cultural —SIDFAC al cierre de 2025.
El Colectivo de Salvaguardia del Teatro de Creación Colectiva inició actividades el 7 de abril, con su primera sesión del año. El objetivo principal fue revisar y aprobar el plan de trabajo 2025, construido de manera participativa entre marzo y abril mediante espacios de concertación interinstitucionales y mixtos.