Inicio » Parque arqueológico y de Patrimonio Cultural de Usme » ¿Cómo vamos?
En el área arqueológica protegida Hacienda El Carmen, lugar en donde se construye el primer parque arqueológico de Bogotá, se encuentran los vestigios de una comunidad local que se desarrolló durante los periodos Herrera (500 a.C a 1000 d.C), Muisca Temprano (1000 a 1350 d.C) y Muisca Tardío (1350 a 1600 d.C) y que se transformó a partir de la colonización española. Los vestigios corresponden a zonas de vivienda, cultivos y numerosas tumbas que se encuentran asociadas a estructuras arquitectónicas.
Este yacimiento es de particular relevancia en la arqueología colombiana, debido a que cuenta con numerosas evidencias tanto sobre la vida cotidiana como de los rituales funerarios en las poblaciones agroalfareras que habitaron el sur de Bogotá en épocas prehispánicas. Durante las excavaciones arqueológicas realizadas en el 2008, 2009 y 2012 se recuperaron los restos óseos de 119 personas, más de 1.000 restos óseos de fauna y 35 cerámicas completas que actualmente se conservan en los laboratorios de arqueología y antropología física de la Universidad Nacional de Colombia. Entre tanto, durante las labores de prospección y monitoreo desarrolladas en el 2022 y 2023 para la plantación de árboles en el marco de la implementación del Plan de Restauración Ecológica del área, se recuperaron fragmentos de cerámica y herramientas de piedra que están siendo analizadas por el equipo de arqueología del IDPC.
Entre los hallazgos se destacan los distintos tipos de enterramientos, las evidencias del contacto e intercambio con pueblos asentados en territorios del Caribe, el Valle del Magdalena, el piedemonte llanero y el Amazonas, así como el contacto con sociedades europeas.
El Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme lo componen las 29,3 hectáreas que fueron declaradas como el área arqueológica protegida “Hacienda el Carmen”, así como los ecosistemas, saberes y tradiciones vinculados a la historia del sitio, de la localidad de Usme y sus habitantes. Buscar las formas de conocer mejor lo que este lugar alberga, continuar generando reflexiones y conversaciones sobre este sitio arqueológico y los patrimonios que allí convergen, así como facilitar escenarios de encuentro para el diálogo y construcción participativa de este proyecto, se suman a los sentidos y utilidades de las primeras adecuaciones estructurales que hacen parte de la primera fase del Parque.
Este yacimiento es de particular relevancia en la arqueología colombiana debido a que cuenta con numerosas evidencias tanto sobre la vida cotidiana como de los rituales funerarios en las poblaciones agroalfareras que habitaron el sur de Bogotá en épocas prehispánicas.
Plantado en el 2021, el jardín reúne el saber campesino sobre la siembra y las plantas, la memoria ancestral vinculada a las plantas nativas y un homenaje al líder campesino Jaime Adalberto Beltrán Salamanca (1963-2020), quien “dedicó su pensamiento, sus pasos y sus palabras a cuidar de Usme, lugar en el que nació. De sus ancestros aprendió a leer la luna y sus ciclos, a respetar el páramo, a caminar la montaña y a labrar la tierra, esa misma en donde hundió sus raíces y que transformó en suelo fértil para sembrar nuevas formas de existir y resistir”. El Bosque Jardín fue plantado por el grupo Siembra de Memoria y la Mesa de Patrimonio Usmeka en el marco de la Beca Proyectos Museográficos para Vivir Juntos (2021).
Las colecciones y exposiciones del parque están vivas y en movimiento. Están constituidas por los procesos culturales, artísticos, patrimoniales y medioambientales del nivel local, distrital y nacional relacionados con los patrimonios que alberga. Este domo es herramienta en esta construcción para contar y mostrar las ancestralidades, ruralidades e identidades múltiples y diversas presentes, pero también las que han estado ausentes u ocultas, tanto en Usme como en el resto de Bogotá. Invita a las y los visitantes a crear y a compartir conjuntamente las historias, lenguajes, expresiones, conocimientos y saberes acerca del territorio, la gente, la fauna, la flora y la cultura que nos permitan conocernos y reconocernos, para aprender a vivir juntos y juntas.
El Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme es también lugar de debate alrededor de la arqueología moderna como ciencia occidental y de las arqueologías diversas como ciencias no occidentales. Los vínculos entre saberes científicos, tradicionales y populares hacen posible el principio esencial de la diversidad, evitando la jerarquización y proponiendo la participación de todas las perspectivas; por ello la arqueología que promueve el parque, es pública, abierta y democrática. Este domo, así como el sistema de tres módulos de arqueología, son herramientas para conocer, mediante la experimentación, la práctica y la activación de sentidos y memorias, invitando a participar de manera directa a las comunidades en la construcción del conocimiento arqueológico, de quiénes habitaron en el pasado y su relación con quienes lo habitan en el presente, para imaginar cuál será su futuro.
“El parque ha sido una oportunidad para identificar una interculturalidad que nutre y lleva al reconocimiento de las personas”. La declaratoria del área arqueológica protegida es resultado y herramienta de la lucha por la defensa y cuidado del territorio, el agua y la ruralidad. El Parque invita a reunirse en círculo para escuchar, abordar conflictos y llegar a acuerdos, invita a conversar desde la diferencia y sobre las diferencias.
El sistema de señaléticas y senderos del Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme propone pensar el parque a partir de anillos de cuidado. Un anillo externo, delimitado por cuatro quebradas (La Taza, Aguadulce, La Requilina y Fucha) y miles de árboles, como anillo protector del patrimonio arqueológico, el más frágil y el que menos se conoce. Al mismo tiempo rodea esta área otro anillo de cuidado que lo constituyen las comunidades rurales, urbanas, étnicas, migrantes, institucionales, educativas y culturales de Usme.
Corresponde a una obra artística, tipo tótem, elaborada por el artista Jaime Alfonso Guevara como una reproducción a gran escala del sonajero, una pieza arqueológica hallada durante las excavaciones realizadas en el Parque Arqueológico y del Patrimonio Cultural de Usme, en la tumba de una mujer (niña) de 10 años o más, cuyo cuerpo fue encontrado con marcas de amortajamiento, es decir, envuelta en lo que posiblemente fueron varias mantas y cinturones elaborados a partir de fibras de algodón. El sonajero tiene una forma humana y es posible que haya sido producido entre los años 700 y 1.000 después de Cristo, durante el período denominado Herrera Tardío.
Tallada manualmente, la Guardiana del Parque fue elaborada a partir de fibra de vidrio, resinas y acabados con minerales acrílicos de alta calidad, que le asemejan a la pieza original. Mide 2.5 metros de alto por 1.8 de ancho.
El sábado 24 de septiembre de 2022, se llevo a cabo la II jornada de la “Dibujatón: ilustra el patrimonio de Bogotá”, premio que hace parte de las convocatorias del Programa Distrital de Estímulos. Profesionales y aficionados del dibujo se encontraron en el Área Arqueológica Protegida Hacienda el Carmen en Usme, un importante lugar de la ciudad por su historia y legado patrimonial.
Título de la serie: “3 Tiempos”
Técnica: Acuarela y Poster colours
“Hice 3 dibujos: En el primero quería hablar desde la cultura y el territorio que habitan las personas de la hacienda que me saludaron con una gran sonrisa. El segundo es una montaña de basura que amenaza con este bello ecosistema, es un dibujo triste. El último fue un bello tronco que fue talado pero renace humildemente. Me conmovió mucho.”
Título de la serie: “Paisajes pasados, huellas presentes”
Técnica: Acuarela y tinta.
“En la primera imagen quise capturar los colores del paisaje de la zona, sus texturas e impresiones que deja en mi. Como un ejercicio de observación me pongo a mi mismo en la obra, como podría ser otra persona contemplando los paisajes de mi ciudad. En la segunda obra plasmé lo que es una figura indígena habitando el mismo lugar de la primera obra, sin embargo, el deja un regalo o más bien una herencia a nuestra comunidad.”
Título de la serie: “Usme: Frontera rural”
Técnica: Tinta china y grafito
“La serie consiste en dos dibujos elaborados con tinta y grafito en los cuales se plasmó la impresión de este magnífico sitio donde la ciudad y el campo diluyen sus límites y se diluyen uno y otro indistintamente, como en un mismo sitio conviven la naturaleza y la ciudad.”