Como parte del proceso de inventario del patrimonio vivo que viene realizando el Instituto de Patrimonio Cultural – IDPC en las 19 plazas distritales de mercado de Bogotá que contempla estrategias y acciones para su salvaguardia, y en articulación con los Programas Civinautas y Narrativas Patrimoniales, se realizó el evento de cierre del proceso de formación con la comunidad de la plaza de mercado del barrio San Benito, ubicado en la localidad de Tunjuelito.
‘San Benito, tan bonito’ fue el nombre elegido para socializar los resultados del trabajo realizado en ocho sesiones con las niñas, niños y adolescentes del sector, lo que generó espacios de reconocimiento y la divulgación de reflexiones, ideas y comentarios de la plaza de mercado como un escenario cultural de gran importancia, en el que perviven prácticas y oficios tradicionales relacionados con el cuidado a partir de las plantas, la soberanía alimentaria, y otros heredados familiarmente, como el oficio de zapatero.
El proceso de formación liderado por el IDPC, a través del Programa Civinautas, en articulación con el Inventario del Patrimonio Vivo y la Biblioteca Comunitaria y Popular Eureka de la plaza de mercado San Benito, fue un espacio en el que se desarrollaron ocho sesiones orientadas a indagar sobre la historia de la plaza, los oficios que tienen lugar allí, así como la mirada que los niños y niñas tienen sobre su territorio.
En el evento de cierre, los anfitriones de la jornada fueron los niños y niñas, quienes compartieron los aprendizajes logrados tras la exploración de las raíces y las experiencias asociadas a la plaza de mercado de San Benito.
El proceso de formación estuvo orientado a indagar sobre la historia de la plaza, los oficios que tienen lugar allí, así como la mirada que los niños y niñas tienen sobre su territorio.
Al respecto, Diego Briñez, mediador de Civinautas, explicó:
“Este proceso tiene un gran valor porque reconoce las voces de los niños y niñas como parte del tejido y la construcción del territorio. A través de sus reflexiones, creaciones y conversaciones exploraron el patrimonio vivo presente en las plazas de mercado, reconociendo las tradiciones y los saberes. Las plazas son lugares donde se construye y se vive la cultura de la localidad. Estas actividades son un llamado a recorrerlas, cuidarlas, transformarlas y reposicionarlas”.
El proceso de formación liderado desde el IDPC, a través del programa Civinautas, en articulación con el Inventario del Patrimonio Vivo y la Biblioteca Comunitaria y Popular Eureka de la plaza de mercado San Benito, fue el espacio para que los niños y jóvenes del sector fueran los anfitriones de una jornada en la que compartieron los aprendizajes logrados tras la exploración de las raíces y las experiencias asociadas a la Plazas Distritales de Mercado, que son administradas por el Instituto para Economía Social – IPES.
“En este ejercicio, los niños y jóvenes le entregaron a la plaza un mural en el que plasmaron elementos significativos para el barrio San Benito; como el maíz, la zapatería, la gastronomía y los utensilios de cocina. También intervinieron una matera con las percepciones que tienen sobre de la plaza y su importancia como organización social, convirtiéndose en símbolo del proceso que han sembrado. Estas acciones visibilizan las memorias y los oficios”, comentó Luisa Castañeda, del equipo de patrimonio cultural inmaterial.
Además, realizaron una muestra fotográfica en la que retrataron las diversas actividades que realizaron los participantes. También disputaron un partido de banquitas y vieron una película, como espacios de disfrute y de juntanza de la comunidad alrededor de la plaza, como muestra de otras maneras de habitarla y vivirla.
“La plaza es un lugar donde nunca falta la alegría, el amor, donde se demuestran varios valores, como el respeto, la empatía, la tolerancia y mucho más”. “La plaza es un lugar importante para conocernos”. “Me gusta que en la plaza se puede dibujar y jugar”. “La plaza hay que cuidarla para que otros vengan a conocerla”, fueron algunos de los mensajes y miradas con los que los niños de San Benito reconocieron su plaza de mercado a través de este ejercicio pedagógico.
Jaime Orlando Vela, quien vive hace 45 años en San Benito, expresó:
“Los niños son el futuro y están haciendo una gran labor. En sus manos está que todos los saberes se repliquen. Una plaza de mercado da vida, llegan alimentos frescos que son cosechados por campesinos de Bogotá y de todo el país. Estos espacios son fundamentales en los barrios porque generan un ambiente especial y son puntos de encuentro de los vecinos”.
A través de este proceso de inventario del patrimonio vivo, que cerró su etapa de formación, el IDPC aporta en la comprensión de la importancia de estas plazas en la vida de la ciudad, iniciando una nueva etapa para posicionarlas como espacios culturales, con riqueza patrimonial para Bogotá.