Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

Bogotá celebra el Mes del Patrimonio 2025: más de 30 eventos para reencontrarnos con nuestras raíces

Bogotá celebra el Mes del Patrimonio 2025: más de 30 eventos para reencontrarnos con nuestras raíces

Bogotá celebra el Mes del Patrimonio 2025: más de 30 eventos para reencontrarnos con nuestras raíces

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Septiembre es una oportunidad para celebrar el patrimonio, afianzar nuestras identidades y reconocer la memoria que sostiene una ciudad comprometida con su futuro. 

En este mes de septiembre, Bogotá se prepara para vivir una nueva edición del Mes del Patrimonio 2025: Raíces que nos conectan. La celebración, organizada por la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – IDPC y con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte – SCRD, invita a toda la ciudadanía y a quienes visitan la capital a sumarse a los más de 30 eventos gratuitos, que incluyen recorridos patrimoniales, talleres, cátedras, exposiciones y activaciones en distintos puntos de la ciudad.

«El patrimonio es la memoria que sostiene a la ciudad, pero no se trata de una herencia inmóvil del pasado. Nuestra visión es la de una cultura que se construye desde el barrio, desde la cotidianidad de sus habitantes y las ‘memorias comunes’ que dan forma a su identidad. El Mes del Patrimonio es una oportunidad para reafirmar esta idea: para reencontrarnos con las raíces, no sólo en los monumentos, sino en las tradiciones vivas, en los oficios que se transmiten de generación en generación y en los saberes que confluyen en una Bogotá profundamente diversa», afirmó Santiago Trujillo, secretario de Cultura, Recreación y Deporte.

El patrimonio bogotano es amplio y diverso. Está en lo evidente y en lo inesperado: en un hallazgo arqueológico bajo el asfalto, en la memoria campesina que persiste en los bordes rurales, en las iglesias, parques y plazas que han acompañado a la ciudad durante siglos, y también en la esquina de un café, en el juego en la calle o en el dibujo que devuelve un edificio al papel. Se trata de un patrimonio que no se limita al recuerdo, sino que se reinventa y permanece vivo en las prácticas cotidianas, los gestos culturales y las maneras de habitar la ciudad.

Mujer sonriendo muestra una zanahoria en la plaza galán

Este mes busca ampliar la mirada para comprender que Bogotá no es solo un legado fijo, sino un entramado de raíces visibles e invisibles, rurales y urbanas, afectivas y materiales, antiguas y contemporáneas. Cada actividad programada invita a descubrir que el patrimonio cultural es un presente vivo en constante transformación, un espacio de encuentro entre generaciones, territorios y comunidades.

“Bogotá celebra el Mes del Patrimonio. En septiembre vamos a tener diferentes actividades en torno a la reflexión, el cuidado, la promoción y la salvaguarda del patrimonio cultural de la ciudad. Raíces que nos conectan es la temática central, lo que nos invita a conectarnos con el patrimonio del pasado, pensando en el del presente y en el del futuro, con énfasis especial en las próximas generaciones. Esta celebración es fundamental para conocernos como sociedad, para tener una mirada más amplia de los patrimonios que tenemos en Bogotá y, sobre todo, una invitación para cuidarlos”, destacó Diego Parra, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.

El Mes del Patrimonio 2025 pone en diálogo los patrimonios materiales y los inmateriales. Por un lado, visibiliza monumentos, iglesias, parques históricos y plazas que forman parte del paisaje urbano; por otro, resalta oficios, músicas, memorias cotidianas y nuevas narrativas digitales que conectan a las generaciones más jóvenes con su entorno. En esta diversidad se encuentra la riqueza de la ciudad: capas de historia que conviven y se entrelazan para darle sentido al presente.

El patrimonio también reconoce las voces de comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y migrantes, cuyos saberes, expresiones artísticas y prácticas culturales han tejido la identidad bogotana. Estas tradiciones no se presentan como elementos aislados, sino como cruces que fortalecen la trama urbana y hacen de Bogotá una ciudad profundamente diversa.

El objetivo central de la conmemoración es fortalecer el vínculo de la ciudadanía con su patrimonio cultural, resaltando las raíces que la conectan con Bogotá y promoviendo su apropiación como una construcción colectiva. Por ello, las actividades están dirigidas a públicos de todas las edades y condiciones: niños, jóvenes, adultos, familias, comunidades y visitantes. Se busca que cada persona encuentre en el patrimonio cultural un motivo de orgullo, pertenencia y compromiso con el cuidado de la ciudad.

Un lugar especial en esta edición lo ocupan las nuevas generaciones, con experiencias pedagógicas, lúdicas y artísticas que les permitirán descubrir que el patrimonio no es algo distante, sino una parte cercana y viva de su cotidianidad. Desde recorridos que muestran el patrimonio cultural, hasta expresiones artísticas y lenguajes digitales, estas propuestas invitan a los jóvenes a convertirse en protagonistas de la memoria presente y futura de la ciudad.

El Mes del Patrimonio también proyecta a Bogotá hacia lo que está por venir. Iniciativas como la adopción y el cuidado de monumentos, la apropiación comunitaria de los espacios públicos o las narrativas que emergen en plataformas digitales, en espacios de reflexión con profesionales, sabedores, estudiantes y ciudadanía en general, para visibilizar el patrimonio cultural con una mirada dirigida a las nuevas generaciones, son muestra de que el patrimonio no es únicamente un recuerdo, sino un compromiso con el futuro. En ese horizonte, la ciudad se prepara para el paso del cuarto al quinto centenario con una ciudadanía consciente de que la diversidad cultural es su mayor riqueza y su fortaleza compartida.

Con esta programación, Bogotá reafirma que celebrar el patrimonio cultural es reafirmar nuestra identidad, reconocer la memoria que sostiene a la ciudad y proyectarla hacia adelante. Septiembre será un mes para redescubrir las raíces que nos conectan, y para celebrar que el patrimonio no es solo herencia, sino también presente y futuro.