・El Consejo Distrital de Patrimonio Cultural aprobó la postulación de “La cultura bogotana de los usos y disfrutes de la bicicleta” para ser incluida en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito distrital.
・La postulación fue presentada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural IDPC, la Secretaría Distrital de Movilidad y la Secretaría Distrital de la Mujer a través de un trabajo participativo con la ciudadanía.
・La solicitud se hizo con el fin de visibilizar, valorar, salvaguardar y gestionar este sistema cultural asociado al uso y disfrute de la bicicleta como referente del patrimonio cultural inmaterial y la memoria colectiva a nivel distrital.
El Consejo Distrital de Patrimonio Cultural aprobó la postulación de “La cultura bogotana de los usos y disfrutes de la bicicleta” para ser incluida en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito distrital. Este aval representa un reconocimiento al aporte de la cultura de la bicicleta que cada vez convoca con mayor fuerza experiencias vitales, identitarias y colectivas en la ciudad.
Desde la llegada de este medio de transporte a la ciudad a finales del siglo XIX hasta el día de hoy, la bicicleta pasó de ser exclusiva para ciertos grupos sociales que podían acceder a este “objeto de lujo”, a una amplísima popularización y democratización de su uso por parte de miles de ciudadanos y ciudadanas. Hoy, el uso de la bicicleta crea una territorialidad particular en el paisaje de Bogotá y se reconoce como una herramienta cotidiana de trabajo, un símbolo de reivindicación del derecho a habitar la ciudad y una plataforma de organización comunitaria y transformación social para disfrutar, vivir y recorrer el espacio urbano y rural de una manera distinta.
A lo anterior, se suma que históricamente Bogotá se ha destacado como ciudad líder y ejemplo en la región por el uso de la bicicleta como medio de transporte. Actualmente en la ciudad se realizan más 880 mil viajes diarios en bici, cifra que va en ascenso gracias la implementación de diversos proyectos como la red de ciclorrutas que cuenta con 593 kilómetros, la red de cicloparqueaderos que dispone de más de 50 mil cupos de estacionamientos para bicicletas e iniciativas que contribuyen a la seguridad de las y los ciclistas como el Registro Bici.
Desde el 2020, el IDPC, en articulación con la Secretaría Distrital de Movilidad y Secretaría Distrital de la Mujer, ha gestionado el reconocimiento de la Cultura bogotana de los usos y disfrutes de la bicicleta desde un trabajo participativo con la ciudadanía, actores institucionales y comunitarios, y colectivos de ciclistas.
La declaratoria parte de la necesidad de reconocer un complejo sistema cultural de alto valor patrimonial asociado al uso y disfrute de la bicicleta como medio de transporte en un contexto diverso como el bogotano, que involucra economías populares, estructuras organizativas y comunitarias y formas diferenciadas de habitar el territorio y construir la memoria colectiva de la ciudad. La cultura de la bicicleta ha acompañado la transformación de la capital y ha configurado formas propias de entenderla, habitarla e imaginarla.
En el marco del proceso de postulación, se aboga por una perspectiva integral de caracterización de este sistema cultural a nivel distrital compuesto por cuatro principales líneas temáticas. En primer lugar, las economías populares, saberes locales y estructuras productivas, que hace referencia a los usos relacionados al trabajo con y sobre la bicicleta, que activan economías locales a nivel barrial, la configuración de oficios de alto valor cultural, y ecosistemas de valor a nivel urbano.
Las estructuras organizativas y comunitarias, donde destaca la emergencia de colectivos, colectivas, organizaciones y fundaciones ciclistas que abogan por el derecho a una ciudad menos desigual y sostenible y desarrollan procesos de apropiación del espacio público.
En tercer lugar, los usos y procesos políticos por parte de las mujeres ciclistas, que han logrado resignificar, descubrir y habitar el espacio público desde el activismo feminista y resistiendo a las Violencias Basadas en Género, determinan un enfoque especial en este proceso de declaratoria.
Por último, los campos de recreación, deporte y bienestar asociados al uso de la bicicleta que se reflejan en espacios como la Ciclovía dominical, el ciclismo, la emergencia de deportes contemporáneos como el BMX, Dirty Jump y el Stunt, así como los procesos de apropiación del espacio público por parte de ciclistas que buscan transformaciones de fondo en su propio estilo de vida y una ciudad más sostenible ambientalmente.
Con la aprobación de esta postulación por parte del Consejo Distrital de Patrimonio Cultural se inicia el proceso formal de inclusión en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de Bogotá, y se da vía libre a la formulación del Plan Especial de Salvaguardia (PES), el cual busca constituirse como un instrumento de gestión y salvaguardia de este sistema cultural, que permitirá su valoración, gestión y salvaguardia integral desde una perspectiva intersectorial, diversa y participativa con la ciudadanía.