La decisión contempló los hallazgos y conclusiones de las diferentes estrategias participativas implementadas tras su derribamiento.
El IDPC anuncia que la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada será trasladada al Museo de Bogotá, una vez se adelante su restauración museográfica. Esta restauración le permitirá mantener las actuales huellas, procurando que los factores de deterioro no crezcan y se proteja su materialidad. Se espera que esta restauración esté lista a finales del año, momento en el cual se anunciará la fecha de su exposición al público.
Esta decisión se da luego de varios meses de escucha, participación ciudadana y encuentros convocados por el Instituto tras el derribamiento de la estatua, ubicada hasta mayo en la plazoleta de la Universidad del Rosario.
Durante este proceso de participación se realizaron 9 mesas de diálogo con diferentes sectores entre los que se encuentran la mesa de Consejeros (a) Locales el Consejo, la Asociación Colombiana de Restauradores, la Mesa de Museos de Bogotá, la Mesa de arquitectos y urbanistas; además de académicos y organizaciones sociales representantes de pueblos étnicos, colectivos feministas y colectivos de jóvenes.
De igual manera, se realizaron conversatorios académicos para analizar las diferentes manifestaciones ciudadanas en torno a los monumentos tanto en el contexto local, como internacional. Paralelamente, y con el fin de fortalecer el proceso de diálogo y participación adelantado por el Instituto, el Laboratorio de Innovación para la Gestión Pública de la Veeduría Distrital amplió el debate a la ciudadanía, a través de diferentes acciones de escucha que indagaron sobre sus sentimientos hacia la estatua, y lo que consideran que se debería realizar con ella y con la Plazoleta del Rosario.
Dentro de los principales hallazgos presentados el pasado 1 de septiembre por la Veeduría Distrital, se encuentra que: el 90% de la ciudadanía consultada considera que el gobierno distrital debe crear actividades de pedagogía preventiva y promover diálogos y consultas que motiven la inclusión de la ciudadanía en el debate. El 83% considera importantes las estatuas y monumentos de la ciudad pero el 40% siente que estas no los representan. Por otro lado, el 48,8% considera que debe repensarse la manera en la que se ha representado el pasado. Se observa además que para un 90% de la población los monumentos y las estatuas reflejan un valor histórico, pedagógico y conmemorativo, mientras que para aproximadamente un 9,5% no representa valor alguno.
En cuanto al destino de la estatua, el informe muestra que la opción de exponer la obra en un museo es una de las principales tendencias de opinión en la ciudadanía consultada.
Frente a lo anterior y de acuerdo con la decisión tomada por el IDPC, el Museo de Bogotá, en tanto museo de ciudad, reafirma su interés de estar en sintonía con los debates actuales y ser una plataforma para discutir propositivamente sobre el pasado desde las demandas del presente. En el Museo se promueve el pensamiento crítico que posibilite construir un futuro en el que la ciudadanía reconozca su agencia en la configuración de su entorno y del espacio público de la ciudad. La llegada de la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada al Museo es una oportunidad para continuar la conversación sobre los cambios en la sociedad colombiana, de cómo los contextos, las reivindicaciones sociales, la ciudadanía y la ciudad evoluciona y se transforma.
Aludiendo a la vocación participativa y pedagógica del Museo de Bogotá, se crearán espacios de cocreación para diseñar el dispositivo museológico que acompañará la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada que estará expuesta con restauración museográfica a finales del 2021. Este montaje estará acompañado de herramientas de interpretación y pedagógicas sobre los monumentos, las representaciones de la historia, la memoria y sus tensiones.
Una conversación ciudadana en curso
Sobre el proceso participativo que sustentó la decisión de trasladar la estatua al Museo de Bogotá, Patrick Morales Thomas, director del IDPC, explica: “Hemos escuchado distintos sectores de la sociedad alrededor del debate de los monumentos, hemos dialogado con sectores de jóvenes, de mujeres, con grupos étnicos, con sectores que están interesados en la restauración y conservación de los monumentos en espacio público. [En el museo de Bogotá] continuaremos la conversación sobre los monumentos en el espacio público. No olvidemos que el patrimonio es un ámbito dinámico, cambiante. Este escenario será sin duda un nuevo espacio para continuar escuchando los comentarios y las preocupaciones de la ciudadanía acerca de este debate tan relevante sobre los monumentos en Bogotá”.
Adicionalmente, Patrick Morales añadió: “Si se borran las huellas, si se derrumban los monumentos, se suprimen los argumentos para cooperar en torno a la construcción de nuevos proyectos de ciudad”.
Hoy la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada presenta unas huellas que narran una historia abierta de lo que somos y lo que queremos ser. La conversación ciudadana sigue abierta y el Instituto continuará dando a conocer los procesos relacionados con su restauración museográfica, así como con el conjunto de decisiones que definirán el destino de lo que suceda en la plazoleta.