Desde el 18 de marzo, y durante aproximadamente dos meses, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) en articulación con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), intervendrá la fachada principal del Cementerio Central. A través del equipo de Intervención de fachadas y su Brigada de Intervención al Patrimonio (BIP), se realizarán acciones de limpieza, recuperación, restauración y enlucimiento del Cementerio, inmueble considerado como uno de los bienes arquitectónicos más emblemáticos tanto de la ciudad como del país.
La construcción del Cementerio Central inicia con una orden de 1781, dando como resultado un diseño en 1791 y finalizando las obras en 1836, siendo un importante vestigio del diseño republicano de Bogotá, que lo ha convertido en un espacio significativo para la ciudadanía, no solo por su valor arquitectónico, sino por la memoria que conserva.
“La intervención de la fachada del Cementerio Central se basa en el reconocimiento de la importancia que tiene la preservación de la memoria del territorio construido y su significado para todos y todas los habitantes de Bogotá y el país. Además, se enfoca en la salvaguardia de la infraestructura material como testigo de los acontecimientos que han influenciado nuestras condiciones sociales actuales. Por eso, desde el IDPC realizaremos un trabajo que restaure sus características arquitectónicas y conserve las prácticas de sus visitantes”, afirma María Claudia Vargas, subdirectora de Protección e Intervención del Patrimonio del IDPC.
El Cementerio a través de sus materiales
En este lugar se pueden apreciar técnicas y materiales característicos de su época de origen. Se destacan también obras como la portada principal de acceso, que está coronada por el Cronos vigilante, elaborada por el arquitecto Julián Lombana.
“La fachada del Cementerio Central está compuesta por machones de ladrillo que dividen cada sección, donde se encuentran medallones moldeados que combinan superficies de mortero de cal y arena, con cruces griegas inscritas en ladrillo de cuatro brazos. Destacan los basamentos de los muros y las cornisas superiores que sobresalen a lo largo de la fachada, añadiendo elementos que rompen la simetría de las superficies”, comenta el Programa de Fachadas del IDPC.
Existen dos portadas en los costados oriental y occidental las cuales presentan características distintas a las mencionadas anteriormente, destacándose el uso predominante del ladrillo en su construcción.
La restauración
Con el propósito de intervenir y proteger la fachada principal del Cementerio mediante el cuidado y recuperación de su materialidad, se llevarán a cabo diversas acciones de restauración en beneficio del espacio público, la ciudadanía y el patrimonio cultural.
Esta intervención abarca diversos procesos, que incluyen:
- Desinfección de superficies
- Eliminación de grafitis
- Restitución de morteros
- Lavado especializado del material pétreo
- Eliminación del deterioro biológico
- Aplicación de pintura a la cal
- Limpieza de carpinterías metálicas.
Todas estas acciones se realizan garantizando la preservación de la morfología y la tonalidad de los elementos intervenidos, y evitando cualquier tipo de daño.
Al respecto, la UAESP indica que estas intervenciones sirven para resignificar los espacios funerarios de carácter patrimonial de la Ciudad, con el fin que los ciudadanos encuentren en los Cementerios un lugar para el respeto de la memoria en las mejores condiciones posibles.
Las acciones realizadas entre las dos entidades también sirven para entregar una cara nueva al sector, atrayendo el turismo y la apropiación de los actores permanentes los cuales forman una sinergia entre el patrimonio y su activación.
Las acciones que se realizan durante el proceso de intervención cuentan con la autorización por parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, ya que el Cementerio Central de Bogotá está declarado como Bien de Interés Cultural en el ámbito nacional, de acuerdo con el Decreto 2390 de 28 de septiembre de 1984; la Resolución 0039 de 22 de junio de 1990 que delimita el área declarada; y la Resolución 0905 de 9 de junio de 2020 que modifica esos límites.
El IDPC invita a la ciudadanía a sumarse al cuidado, la protección y la valoración del patrimonio construido y las memorias de la ciudad. La corresponsabilidad y la participación en el reconocimiento y el cuidado de las memorias de inmuebles como el Cementerio Central contribuyen a su preservación en el tiempo.