En Voz Alta, la nueva serie de video-pódcast realizada por el IDPC, es un espacio de conversación sobre la ciudad, la cultura y el patrimonio. Es, como todo diálogo, una invitación a pensar en voz alta, a tejer y a develar sentidos con el otro.
En cada episodio, Patrick Morales Thomas, director del IDPC, conversa con algunas de las voces más representativas de la cultura, con el fin de explorar casos y problemas que, en definitiva, nos hablan de las posibilidades del patrimonio para imaginar una ciudad que reconoce en la cultura su eje primordial.
Las conversaciones tienen lugar en espacios significativos de Bogotá que propician el diálogo y nos invitan a pensar en los vínculos que tejemos con los entornos que habitamos.
A partir de hoy podrás encontrar “En Voz Alta” en las cuentas del IDPC en Spotify y Youtube y seguir las conversaciones que posibilitan el patrimonio y la cultura.
En este primer episodio, Patricia Ariza, cofundadora del Teatro La Candelaria y exministra de Cultura, conversa junto a Patrick Morales Thomas sobre los procesos y las metodologías de la Creación Colectiva como herramienta artística que, a través de la ruptura de jerarquías, la tramitación de disensos y la activación de la escucha, contribuye a la construcción de paz y tejido social.
Las posibilidades de la Creación Colectiva, cuyo surgimiento en 1968 fue producto de un laboratorio de exploración teatral entre el Teatro La Candelaria de Bogotá y el Teatro Experimental de Cali (TEC), han trascendido el campo de la dramaturgia, convirtiéndose en insumos de procesos pedagógicos con potencial de transformación social. De allí la importancia de reconocer sus procesos y metodologías como una práctica representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de Bogotá.
Versión en texto del video-pódcast
Introducción: Es difícil la creación colectiva, pero es tan apasionante.
En esa creación colectiva ustedes han descubierto cosas. Ha sido una apuesta tradicionalmente de un teatro. Entonces se construyó prácticamente.
Patrick Morales: Hola, soy Patrick Morales, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. Y hoy estoy con la maestra Patricia Ariza, exministra de Cultura y cofundadora con Santiago García del Teatro La Candelaria. Hola Patricia.
Patricia Ariza: Hola Patrick. Me alegro mucho verte.
Patrick Morales: Igualmente Patricia. Patricia, hoy vamos a conversar sobre este proceso que venimos adelantando en conjunto con el Teatro La Candelaria y otras agrupaciones teatrales de la Declaratoria de la Metodología de Creación Colectiva del Teatro La Candelaria. ¿Por qué hago énfasis en la metodología? Porque hay gente que puede pensar que vamos a declarar los valores del Teatro La Candelaria, que son muchos, en sus 50 años de trabajo. Pero en realidad nos estamos centrando en la metodología de creación colectiva, que ha sido un atributo muy importante del teatro en estas décadas. ¿Qué es la creación colectiva?
Patricia Ariza: Bueno, la creación colectiva es una actitud ante la creación artística.Es el convencimiento de que se puede creer y crear con el otro, con los otros, con las otras. Y entonces es una metodología también. Una metodología que ayuda, que posibilita que los grupos creen obras de teatro y que ha impulsado enormemente la dramaturgia nacional. Por esa razón hay muchísimos grupos que la practican. Entonces no es un patrimonio de la Candelaria exclusivamente, es un patrimonio de quienes la utilizan, es un patrimonio de la sociedad.Entonces vale la pena salvaguardarla, porque es de una utilidad enorme, una utilidad social, porque ayuda a los grupos, una utilidad artística, porque ayuda a crear y una utilidad muy importante, que es la de generar procesos y resultados también, obras de teatro.
Patrick Morales: Cuando hablamos de la creación colectiva, la gente dice, una obra de teatro tiene un guión, un director, tiene unos textos, pero en la creación colectiva el texto mismo y el sentido de la obra se va creando de manera consensuada, no siempre consensuada, seguramente hay tensiones en esta creación. Cuéntanos cómo funciona un proceso que arranca de una idea, entiendo, pero luego esa idea va tomando forma en una conversación permanente. Pero no hay director, la gente se preguntará, entonces no hay nadie que dirija, ¿cómo funciona esa cotidianidad de la creación colectiva?
Patricia Ariza: No, claro que hay director o directora, porque alguien tiene que ver de afuera, el director es la persona que hace las veces del público calificado durante los ensayos, el que ve lo que el público va a ver de alguna manera. Entonces, por supuesto, porque entre el grupo hay tensiones, cada uno cree su idea de la creación, por eso el director es un mediador muy importante. Y entonces es un laboratorio, toda creación colectiva es un laboratorio de creación, entonces al mismo tiempo que es convertir al colectivo, al grupo que la asuma en creadores,tienen que investigar, o sea, porque se escoge un tema, tienen que investigar un poco sobre el tema y después lanzarse al escenario a improvisar y analizar. O sea, en la creación colectiva se utiliza mucho el inconsciente también, la intuición sobre todo, la intuición, pero combinada con la razón y con la formación del grupo en el tema. Por ejemplo, si vamos a hablar de una obra que hable del medio ambiente, pues no se puede solo con la intuición, hay que investigar qué pasa en este momento en el mundo, por la crisis ambiental, por ejemplo, porque toda obra de arte es una mirada del mundo. Entonces hay que investigar y después sí olvidar lo que se investigó y lanzarse a que eso que se investigó se traduzca en personajes, en situaciones, en acciones. Pero esas propuestas de los actores se analizan también. Entonces por eso toda creación colectiva es un laboratorio de creación.
Patrick Morales: Ok. Quiero referirme a este papel de mediador del director y su valor patrimonial para la sociedad, porque queremos declarar esta metodología, porque es sin duda un proceso de creación de un lenguaje, una narrativa de una manera de subjetivar o objetivar, si se quiere, un lenguaje para pensarnos, pensar problemas de sociedad, por ejemplo. Pero este mediador en particular, ¿qué nos enseña sobre el papel del arte en la construcción del tejido social y en la mediación de los disensos que siempre es tan compleja cuando construimos consensos o propuestas de sociedad o modelos de sociedad?
Patricia Ariza: Claro, el director o la directora es la persona en la cual se deposita la confianza. La confianza que es la persona que te puede decir, por ahí no es, que te puede decir, esto vale la pena seguir por aquí, la persona de fuera es indispensable en la creación colectiva. Y es también el que va a ayudar a armar la dramaturgia, pero no solo, por eso se llama creación colectiva, o sea, porque todos los insumos van a ser proporcionados por los actores. Ya en la etapa final, casi que la dirección es como un grupo tradicional, o si no, no se terminaría nunca, ya es el director quien toma las decisiones finales. Pero digamos, la creación colectiva no es un asunto solamente de la Candelaria, la Candelaria tiene el privilegio de haber sido uno de los grupos que la descubrió, un descubrimiento realmente, junto con el TEC de Cali, en un laboratorio. Y a partir de ahí se teorizó mucho sobre eso, incluso se construyó prácticamente un movimiento teatral, el movimiento del nuevo teatro, y muchos grupos en Colombia y en América Latina la practican, entonces esa creación colectiva es lo que tenemos que salvaguardar, porque ya hoy en día, eso no es una propiedad del teatro de la Candelaria, es una propiedad social, por eso vale la pena salvaguardarla.
Patrick Morales: Este punto es muy importante Patricia, porque tengo dos preguntas sobre esto, pero tal vez la primera es, ¿por qué la creación colectiva, a diferencia probablemente de otros métodos de creación artística, ha podido ser una metodología acogida tan fácilmente, tan fácilmente quiero decir en su manera de dispersarse, por grupos que no tienen una experiencia artística previa, estoy pensando en colectivos de las Madres de los Falsos Positivos, jóvenes de los barrios, de las localidades, ¿qué tiene la creación colectiva que permite que sea una metodología que realmente se adapta a muchas condiciones de grupos teatrales o artísticos distintos y a propuestas importantes para hablar en la sociedad?
Patricia Ariza: Hay que hacer un poquitico de contexto, porque Colombia a diferencia de otros países donde se ha desarrollado el teatro, también como los países del Cono Sur, no tuvo migraciones grandes de Europa, y entonces, porque en los países que han tenido esas migraciones, allí se ha trasladado el modelo un poco tradicional de que es el director el que convoca o el autor, digamos hay una verticalidad, y por supuesto se han hecho grandes obras, de ninguna manera la creación colectiva significa la condena a otras metodologías, aquí no, aquí no pasó eso, entonces aquí digamos en los años 50, incluso en los 60, el teatro que había era un teatro, o a veces cosas de vanguardia que se hacían en las embajadas, o un teatro muy vernáculo, costumbrista, pero no sal, con excepciones, porque estaba Enrique Bonaventura, Carlos José Reyes, había uno que otro autor muy importante, pero uno que otro, pero no se podía hablar de un movimiento, con la creación colectiva como que la gente que quería hacer teatro, sintió que podían hacerlo, sin necesidad de que esperara que viniera el Mesías, director o el gran autor a proponérselo, y nosotros en la Candelaria pues éramos un grupo, además que teníamos un director que venía de hacer montajes, él ya tenía un prestigio muy grande Santiago, cuando empezamos, pero él también se dejó permear de la posibilidad, de la iluminación, que produjo la creación colectiva, y es que los actores nos convirtiéramos en autores, en sujetos además, entonces es una metodología y una actitud profundamente, es una potencia, le potencia a cada actor a que sea autor, claro al final, incluso en la creación colectiva, aparecen los talentos individuales, aparece por ejemplo el músico, aparece el que tiene más talento para redactar, para escribir, aparece, no sé, muchos talentos, personas capaces de hacer diseños, de hacer montones de cosas.
Patrick Morales: Hay una pregunta en este contexto de la creación colectiva que siempre me ha rondado y es, la apuesta del Teatro de la Candelaria, ha sido una apuesta tradicionalmente de un teatro, comprometido lo podemos llamar, en general con temas de memoria histórica, y con temas de conflicto, en muchos casos, pienso en Guadalupe años 50, o en otras obras que tratan el tema del conflicto, en las décadas de creación, ¿hay una relación entre ese teatro comprometido con los silenciamientos de la memoria, y el hecho de haberse encontrado con la metodología de creación colectiva como un artefacto útil para ustedes? ¿Hay una relación entre ese compromiso y la creación colectiva?
Patricia Ariza: Sí, total, total porque como es un laboratorio de creación y de investigación, cuando empezamos a investigar sobre un tema, el que sea, aparece la realidad, descubrimos el país, y no es que lo traigamos, normalmente lo trae el autor, lo trae el director, ya traen como lo que la obra, lo que ellos quieren que se diga con la obra, aquí los actores y las actrices, tratados como sujetos, lo descubren, y eso es lo que hace que haya una relación tan profunda con la realidad, o sea nosotros no nos lo proponemos, vamos a hacer esta obra con contenido político, no, claro, claro que tenemos una actitud, tenemos un punto de vista, o sea no va a salir una obra neutra, incontaminada, somos absolutamente contaminados de todo.
Patrick Morales: Ok, entonces la creación colectiva podríamos decir es un llamado a las distintas realidades que nos confrontan en lo cotidiano, y es un proceso entonces de creación no exento de disensos, y sobre eso quería hablar, ¿cómo manejan los disensos normales en un proceso de creación de un lenguaje que es además colectivo y comprometido y político, o de pronto tienes una anécdota de cuando hay alguien que dice, no, pero yo quiero que se haga esto, ¿cómo logran generar ese producto final que es la obra de teatro?
Patricia Ariza: Es muy difícil, y es duro, porque no somos una secta, somos un grupo, y en todo grupo hay disensos, y además a nosotros se nos va la vida en esto, uno defiende las cosas en las que cree de manera muy apasionada, y hay contradicciones, a veces durísimas, a veces muy duras, pero la que manda en la creación colectiva realmente la dictadora es la obra, no es el director, el director está permanentemente cuestionado y Santiago y Enrique aceptaron esa posibilidad, porque la realidad de la escena rompe todo, entonces, eso es muy interesante porque finalmente la obra resuelve los conflictos internos del grupo, pero nunca se resuelven, este grupo que lleva tantos años y seguimos, es decir, del conflicto nace, o sea, si tú tienes que hacer una improvisación, y yo estoy en tu improvisación, pero no estoy de acuerdo, pues yo hago otra, yo hago otra improvisación, y en determinado momento el director será el que ponga su punto de vista, porque si no se puede, pues no se puede, pero un grupo es un saco de conflictos, pues una persona lo es también, el grupo también, pero eso hace que el grupo sea muy vital, es difícil la creación colectiva, pero es tan apasionante, porque aquí, por ejemplo, la gente, eso hizo que aquí se generara un gran movimiento de obras, si uno mira las carteleras de teatro de Colombia, sí hay eventualmente obras clásicas, bienvenidas sean, también tenemos mucho que aprender, por supuesto, pero la mayoría son obras colombianas creadas colectivamente o por un autor, pero digamos se generó un movimiento de dramaturgia nacional y de teatro colombiano, no chauvinista ni mucho menos, pero se generó un movimiento y eso le da un valor a esta metodología, una utilidad enorme, por eso ha habido tantos libros, tantas teorías, tantas preocupaciones de mucha gente del mundo por la creación colectiva porque un actor, aquí se gana como hemos dicho no hablemos de eso, nosotros no vivimos del teatro, vivimos para el teatro entonces ¿qué es lo que hace que nos mantengamos tantos años? aquí el actor que menos dura 20 años 15 años y algunos toda la vida, como yo, con la excepción del ministerio pero ¿qué es lo que hace? porque es muy duro económicamente, muy difícil la pasión por crear eso no importa si duermes si no duermes no importa, muchas veces a costa incluso de las familias es muy difícil.
Patrick Morales: ¿cuál fue tu primera reacción cuando empezamos a conversar hace un par de años un poco más sobre la idea de que la creación colectiva la metodología podía ser un patrimonio ¿cuál fue como tu primer pensamiento sobre esta propuesta que hemos construido conjuntamente?
Patricia Ariza: pues al principio como de temor ¿no es cierto? y en varios actores pasó esodigamos como pensar la institucionalización de la creación colectiva pero conversando con ustedes entendimos que no se trata de eso el patrimonio no va a tocar la creación colectiva lo que hace es protegerla precisamente a ayudar a que tenga un espacio para que se desarrolle cuando entendimos eso pues ya quedamos más tranquilos y a mí me encanta porque además ha sido una construcción colectiva con ustedes porque yo pensaba que era solamente tomar la decisión y ya o que ustedes investigaron un poco y ya y no ha sido así han sido dos años un poco más de dos años casi tres años de nosotros también repensar la creación colectiva nosotros hemos aprendido muchísimo de este proceso porque uno va haciendo y muchas veces no valora la verdadera dimensión de lo que hace entonces no solamente nos ha permitido revalorar lo que representa la creación colectiva para nosotros para nosotras, ahí nos hemos formado, yo me he formado no solamente como actriz sino como directora y también como pensadora del arte y de la cultura porque es algo que nunca está estable, nunca está quieto, es decir, siempre hay que estar inventando siempre hay que estar investigando entonces eso nos ha convertido en investigadores los de la Candelaria cuando empezamos yo empecé cuando tenía 16 años y yo no tenía ni idea yo no tenía ni idea y sin embargo al descubrir la creación colectiva hicimos una primera obra y ahí en la Candelaria había unos actores que ya tenían mucha trayectoria y se fueron, se retiraron entre comillas tenían razón porque era lo que se conocía pero como unas personas que no son autores, bueno tienen un director, un gran director por eso hay mucha gente que no cree que la creación colectiva es como una obra de Santiago que por supuesto lo es en una parte importante pero no es la obra de Santiago, es una creación colectiva, ahí la primera obra que hicimos que se llamó Nosotros los Comunes nosotros no teníamos formación pero teníamos la pasión y esa obra por supuesto que investigamos hasta la médula toda la historia de los comuneros de esa obra se hicieron 430 funciones hasta ese momento en Colombia la obra más exitosa, aunque esa palabra no me gusta, pero digamos la de más impacto duraba una semana entonces pasar de una semana a 430 funciones es porque algo funciona ahí nos dimos cuenta de la herramienta pero también nos dimos cuenta que teníamos que estudiar y empezamos a estudiar a investigar, a hacer bueno de todo y ya hoy en día toda la gente de la Candelaria son profesionales por supuesto siempre hay gente nueva hay como 7 personas jóvenes que quieren entrar.
Patrick Morales: Este proceso de construcción de la declaratoria que tiene unos pasos que ustedes han venido aprendiendo con nosotros, es decir construir un diagnóstico, un documento que hable de qué es la creación colectiva, cómo se originó cuáles son sus fortalezas, sus debilidades y que luego pasamos en el año 2022 al Consejo de Patrimonio para su postulación antes de hacer el plan especial de salvaguardia, que es el documento definitivo de la declaratoria, ha sido entonces una creación colectiva con ustedes. Y eso siempre que lo hablamos con el grupo, pues a mí me gusta mucho, en esa creación colectiva ustedes han descubierto cosas que ustedes no sabían que tenían, digamos, y lo señalaste ahora. ¿Cuáles de ellas han descubierto cuando uno toma un poquito de distancia de su propia creación y se da cuenta de cosas que estaban allí pero que se han puesto en valor con este proceso?
Patricia Ariza: La extensión. Cuando pusimos a hacer la cartografía, la primera asombrada fue decir, esto ha sido así, de verdad. Claro, porque nos consumimos en el día a día de la creación e incluso perdimos tantas cosas de las primeras, porque no sabíamos que estábamos haciendo historia. Lo que estábamos haciendo eran obras. No teníamos ningún plan de protagonismo ni nada de esas cosas. Pero todavía no lo tenemos. Pero el asombro fue ese, ver la extensión y ver también al público. El público hace parte de la creación colectiva de una manera fundamental. Nosotros tenemos seguidores de las obras, por ejemplo, de las obras clásicas de la Candelaria. Hubo gente que veía una obra 45 veces y entonces al final nos decían, usted se equivocó en tal parte. Una señora hace poco me dijo, Guadalupe, me encantó el actor que hace el papel de Guadalupe. Yo le dije, pero Guadalupe nunca aparece en la escena. Pero obviamente aparece en el sentido figurado porque se construye su imagen. Y me dijo, pero ¿cómo me va a decir a mí si yo vi diez veces la obra? ¿Cómo me va a decir que Guadalupe no estaba ahí? Y yo me quedé callada porque era su construcción. O sea, es muy bello ver cómo el público se apropia de las obras. Era su obra, era su mirada absolutamente respetable. Entonces esa es la tercera pata de la creación colectiva. No es el grupo, es el público.
Patrick Morales: Esta cartografía de la que hablas, que ha hecho parte del proceso de documentación para la declaratoria, nos ha mostrado, Patricia, que hay diferentes grupos que han acogido la metodología a nivel del distrito, de la nación y también a nivel internacional. De todos ellos, en todos sus talleres y laboratorios que ustedes han hecho con estos grupos, algunos más experimentados que otros, ¿cuáles te han marcado más en términos de transferencia de esa metodología? ¿En cuáles has visto que ha sido más potente entregarles esta metodología a un grupo o a un colectivo? ¿Cuál te ha marcado más?
Patricia Ariza: Pues muchos grupos de América Latina, que además está tan relacionada la creación colectiva con el grupo. Por ejemplo, nuestra relación con el yudascán, la relación de pares. Ellos también trabajaron, ellos trabajaban algo parecido. Pero ya cuando nos encontramos, intercambiamos metodologías y ellos trabajan la creación colectiva. En muchos grupos, los grupos estables del mundo, siempre los actores devienen autores, pero la creación colectiva en Colombia se volvió una bandera del teatro y además se volvió una tradición. Uno llega a un colegio a veces y los estudiantes están montando una obra y hablan con nosotros. Dicen, sí, es que estamos haciendo una crítica a la educación porque, no sé, por cualquier cosa. Yo les hago las preguntas que nos hacían a nosotros, pero ustedes van a ser capaces de hacer la obra. Pues claro, es una creación colectiva, me dicen siempre, la estamos haciendo entre todos. Entonces es muy interesante. Ellos no saben de dónde vienen, pero lo hacen porque está ya en la tradición. En el campo también ahora, cuando fui ministra, tuve la oportunidad de ir a varios municipios y encontré a la gente haciendo obras de creación colectiva. Yo me quedé asombrada. Y ellos, ¿ustedes de dónde sacaron la creación? No, eso no lo inventamos nosotros. Pero se la inventan, claro que se la inventan. Ellos lo hacen a su manera, pero se la inventan porque en el país ya está la posibilidad de que eso suceda. Cuando yo empecé a hacer teatro, eso era imposible. Imaginarse uno cómo va a montar una obra si no tiene un texto, si no tiene. El tirano siempre ha sido el texto, ¿no? Porque entonces hay que ser académico, artista, reconocido, pero sin embargo, yo escribo para teatro, por ejemplo. Todo eso lo aprendí aquí. A ser ministra también lo aprendí aquí.
Patrick Morales: Nuestro plan, Patricia, de irnos a Cali con todo el grupo de Teatro de la Candelaria, si podemos con todo el grupo y con el instituto, hace parte del proceso todavía de construcción del plan especial de salvaguardia, que es el final, es el documento que le presentamos al Consejo Distrital de Patrimonio. ¿Qué otras actividades nos faltan para cerrar este proceso de inclusión alista que quiere finalizar en el mes de octubre del 2023, Patricia?
Patricia Ariza: Pues yo creo que falta, por ejemplo, mirar cómo el teatro colombiano que trabaja la Dramaturge Nacional se extiende más allá de sus grupos. Entonces los grupos forman otros grupos. Nosotros, por ejemplo, hemos trabajado en la Candelaria, en la Corporación, pero no solo nosotros, un montón de gente, con las víctimas, con los jóvenes. Ahora estoy trabajando con un grupo de jóvenes que sufrieron lesiones oculares, que les sacaron los ojos en las manifestaciones, en el estallido social del año 21. Entonces eso se extiende de manera popular, impresionante. Entonces no solamente hacemos obras, sino que hacemos performance. O sea, se ha extendido también la experimentación en el laboratorio. Hemos hecho laboratorios para ver cómo la creación colectiva ayuda en la educación también. Porque conceptualmente tiene mucho que decir. O sea, tratar a los estudiantes como sujetos de la enseñanza y no como objetos de un programa. Por ejemplo, es decir, es mucho lo que se ha hecho socialmente a partir de ahí. Y lo que se puede hacer también es las investigaciones que se pueden hacer a partir de ahí, sobre el inconsciente colectivo, sobre la relación entre la intuición y la razón, por ejemplo. O sea, tanto a nivel teórico como a nivel de la extensión popular del arte en la sociedad, tiene que ver la creación colectiva. En este momento en la Candelaria estamos pensando seriamente en hacer un taller internacional de creación colectiva. Porque hay mucha gente que ya te pregunta, sobre todo que Europa y el mundo ahora están tan atrapados en el modelo neoliberal, que tiene mucho que ver con la apología del individualismo. La creación colectiva también establece una relación muy compleja entre el grupo y el individuo. Porque el individuo puede crear para apoyar, para que su obra quepa en el grupo. Entonces, es una potencia. Yo pienso que con tantos años que llevamos en la creación colectiva, siempre con cada obra descubrimos cosas que se pueden hacer. Ahora estoy trabajando mucho en el inconsciente del artista y en el inconsciente de la sociedad. Cómo se tramita el inconsciente a través de la improvisación y de la intuición. Desde todos los puntos de vista se puede trabajar cómo funciona el cerebro, cómo funcionan las neuronas, espejo por ejemplo. Es un universo para pensar el arte y el mundo también.
Patrick Morales: En ese sentido, la creación colectiva como patrimonio de todos los bogotanos, y bogotanas por supuesto de la nación, pero en esta Declaratoria de Bogotá, ¿es un llamado a construir herramientas para procesar un inconsciente colectivo de país, de ciudad? ¿Ese es el llamado que hacemos al llevarlo a patrimonio? Es decir, ¿tenemos una metodología para construir lenguajes que también nos interpelen un inconsciente de nación o de ciudad?
Patricia Ariza: Claro, totalmente. Ahí aparecen cosas, siempre la capacidad de asombro es la base del arte. Y entonces aparecen cosas que están en la sociedad. Por eso una obra puede conmover a una persona. Yo cuando veo una obra que me conmueva pienso que yo la hice. O sea, como cuando leía García Márquez por primera vez, Cien años de soledad, yo sentía que eso era mío, que tenía que ver con mi familia, con mi historia. Y eso es lo que hacemos.
Patrick Morales: Esa forma de la cultura de meterse al rancho de la sociedad, ¿es finalmente lo que le puede aportar la cultura a la construcción del tejido social y de paz?
Patricia Ariza: De paz, claro que sí. Primero creo en la paz, ya como cosa personal. He estado en todos los procesos de paz, he estado en todos los procesos de paz. Pero estar en este también a través de la cultura de paz. Si no hacemos que la paz se vuelva cultura, pues va a ser muy difícil lograr la paz total. Pero claro, el teatro, porque el teatro muestra, por ejemplo, las obras que nosotros hemos hecho sobre los implicados en la guerra, muestran el alma de esas personas. Esa es la diferencia con la política. La política busca consensos y el arte busca lo singular. Es como poner una lupa sobre unas personas o sobre unas acciones. Entonces eso le sirve mucho a la sociedad, o sea, ¿qué hay detrás? No es una masa de gente la que se basa en la guerra. Son personas, entonces cuando uno las mira como personas, ¿qué es lo que los mueve? ¿Por qué lo hicieron? Que no es tampoco para hacer una teoría, sino para mostrarles en escena qué fue lo que sintieron que les pasó cuando hablamos de Camilo Torres, por ejemplo. Cómo fue su relación entre, y eso salió de las improvisaciones, cómo fue su relación entre esa contradicción tan poderosa, entre ser místico, porque él se llevó su rosario y su librería a la guerrilla, y al mismo tiempo ser un guerrero. Esa contradicción entre la mística y la guerra, que también es una forma de la mística.
Patrick Morales: Vamos a inscribir en lista representativa de patrimonio cultural e inmaterial la metodología de creación colectiva en el mes de octubre. De ahí para adelante lo que viene es la ejecución de este plan de salvaguardia que tiene unos proyectos, unos programas para que la metodología se lleve, por ejemplo, eventualmente al sector educativo de manera más formal, para que podamos recuperar todo el archivo de la Candelaria también, que está un poco disperso. Es decir, tiene unos proyectos y programas. Pero más allá de eso, ¿cómo te imaginas el futuro de la creación colectiva como patrimonio en diez años ya después de esta declaratoria?
Patricia Ariza: Pues primero va a ser en los talleres internacionales, eso parece muy importante. Pero más importante que eso va a ser en los talleres populares, en las regiones, en los barrios. Nosotros al mismo tiempo que llevamos tantos años y que hemos conocido medio mundo con las obras de creación colectiva, somos un grupo de barrios, somos de este barrio. Nosotros aquí cuando nos pasamos adoptamos el nombre del barrio, Grupo de Teatro La Candelaria. Mi hija se llama Catalina Candelaria y ahora nació otra niña que se llama Candelaria. O sea, somos de barrio y aquí en el barrio hay un colectivo de grupos importantísimos. Hay un movimiento teatral y ese movimiento, mucha gente trabaja la creación colectiva y la ha desarrollado de otras maneras. Digamos nosotros, lo bueno de que sea patrimonio es que le quita al grupo la propiedad. Nosotros no somos los propietarios de la creación colectiva, la utilizamos. Pues tenemos el valor quizás histórico más bien de haberla descubierto en un determinado momento hace tantos años, pero ella se desarrolló sola. Es como cuando tienes un hijo y ya después no es lo que tú quieres sino lo que él quiere ser. Entonces ella funciona. A la gente de diferente manera. Yo veo obras de creación colectiva y ahora por ejemplo que hicimos los unipersonales, ahí estaba la creación colectiva también. ¿Qué son los unipersonales, Patricia?
Patricia Ariza: Pues en la pandemia como no podíamos ser un grupo, creamos unas obras unipersonales.
Patrick Morales: Y estaba la creación colectiva ahí.
Patricia Ariza: Claro, nosotros se la mostramos al grupo y el grupo fue implacable. Fuimos implacables con cada una de las propuestas individuales.
Patrick Morales: Quiero retomar un tema sobre el barrio que hablaste, sobre la Candelaria. ¿Cómo los ha marcado a ustedes estar en un entorno, que es un entorno muy particular porque es un entorno con identidad, digamos, con arraigo que es este sector histórico de Bogotá? ¿Cómo ha marcado la trayectoria del grupo estar en un entorno barrial? ¿Qué diferencia podría haber en que el grupo se hubiera fundado en el norte de Bogotá con edificios de 20, 30 pisos, sin historia? ¿Los ha marcado esta relación con el entorno barrial, la trayectoria misma del teatro de la Candelaria?
Patricia Ariza: Claro, porque primero este es un barrio con tiendas, con vecinos, con gente que nos conoce, que nos quiere, que vienen a ver las funciones. Y segundo, al revés también, la Candelaria es un referente. Aquí viene la gente del barrio a que le prestemos para hacer una reunión comunal, o en Pino, o a preguntarnos cosas de las políticas públicas locales. Tenemos vida de barrio. Vamos por aquí a las tiendas a tomarnos una cerveza. Somos de barrio. Yo me siento como, cuando llego aquí, cuando paso, cuando entro al barrio, me siento como… porque además es tan distinto al resto de la ciudad. Yo me siento como que llegué a mi casa. Nada más vivo en el barrio. La Candelaria es del barrio. Estudié en este barrio. En un colegio que se llamaba Nuestra Señora de la Consolación, que quedaba donde después quedaba la Casa Pombo, arriba del Colón, ahí lo estudié yo. Mi vida ha transcurrido en este barrio. Soy de la barriada.
Patrick Morales: Cuando esta metodología de creación colectiva sea un patrimonio de los bogotanos y bogotanas, se van a abrir algunos caminos que ustedes mismos van a definir en este proceso de inscripción en lista, en este trabajo de investigación que estamos complementando este año. Una de estas rutas, Patricia, podría hacer que la creación colectiva se extienda, no solamente al ámbito de lo teatral, sino también puede hacer una metodología para crear danza, libros, literatura, no sé. Cuando uno piensa en ese ámbito de la creación colectiva, ¿se extiende a otros campos?
Patricia Ariza: Sí, claro. Claro, porque digamos, de entrada, hay un asunto conceptual, que es involucrar colectivamente a un grupo para que cree. Por ejemplo, nosotros hemos hecho la propuesta para hacer murales en Bogotá, en creación colectiva, con un artista plástico y los jóvenes de barrio, para que juntos discutan el diseño, por ejemplo, participen en el diseño. No que sean instrumentos, usted reviene aquí, no. Esa no es la creación colectiva. En la danza, por supuesto. En todas las artes vivas, yo la utilizo mucho en la performance, con las víctimas, o sea, no son usadas como ganchos ciegos, sino como sujetos. Incluso las madres de Soacha ya llegaron a proponernos unas performances que ellas quieren hacer. Y nosotros fuimos allá, lo que ellas decidieron hacer. Eso es muy importante, porque eso permite un desarrollo mental y creativo enorme. Es que la vida es una creación colectiva. Santiago García decía que la historia de la humanidad está llena de creaciones colectivas. Entonces, ¿quién construyó Notre Dame? Es una creación colectiva histórica durante siglos. Fueron como, no sé cuántos siglos, pero fue un montón de gente. Y fue un ingeniero, nunca puede ser sin el saber del trabajador. Lo que pasa es que nunca lo reconoce. Ese es el problema. Cuando uno dice, la gente se asusta. Dicen, no, pero es que no son profesionales. Entonces, esta es otra manera de mirar el mundo. Y la creación colectiva, el gobierno, debe hacer una creación colectiva, gobernar. Porque es eso, es creer. Claro, la gracia, digamos, o la cualidad, en este caso, es que hay una metodología. Que, digamos, toda esa actitud se aterrizó en una metodología, pero que no es una metodología estática. Es una metodología que en cada obra se renueva, digamos, y se descubren cosas nuevas. Porque es una metodología abierta y dura. Es muy difícil creer de verdad en el otro. Aquí entran los jovencitos, por ejemplo, que entraron ahora y ellos ya quieren hacer improvisaciones. Y muchas veces hacen cosas absolutamente deslumbrantes.
Patrick Morales: Puede sonar un poquito simplificado, pero el valor patrimonial de la creación colectiva, hemos hablado de muchos valores patrimoniales de la creación colectiva, es tal vez una invitación también a creer y crear con el otro a la sociedad bogotana.
Patricia Ariza: Sí, claro. Y se puede utilizar en muchas cosas, yo creo. Se puede utilizar en la literatura, por ejemplo. Hacer relatos colectivos de un mismo suceso. Cuando nosotros empezamos a contar historias de cómo se creó una obra, siempre terminamos peleando porque cada uno tiene su versión. Como cuando uno en la familia habla de un suceso, cada uno tiene una versión diferente. Entonces, eso es una cosa colectiva. Es un libro de versiones diferentes de un mismo suceso. Y aquí se ha hecho mucho. Por ejemplo, las víctimas, las mujeres que hacen tejidos, es una creación colectiva. Es una creación colectiva. Hay muchos ejemplos. Lo que pasa es que muchas veces la gente no es consciente de que de ahí podían sacar una metodología, de que eso podría volverse un paradigma. Una metodología es también un paradigma porque se puede desarrollar, porque se puede extender. Y yo trabajo con la creación colectiva en cosas que no tienen nada que ver con el teatro, por ejemplo. Ahora estamos trabajando un relato con los chicos que han sufrido lesiones oculares para hacer un relato colectivo.
Patrick Morales: Patricia, ya estamos caminando hacia el final del trayecto de esta creación colectiva, que es la Declaratoria Patrimonial de la Candelaria. Y en ese trayecto nos falta todavía hablar con muchos grupos. Hemos hablado ya con varios. Tal vez el viaje más importante que nos falta, Patricia, es el de conversar con las personas que con ustedes le dieron potencia y vida a la creación colectiva, que es la gente del TEC de Cali. La diferencia entre las dos metodologías de creación colectiva, Cali y Bogotá, que ambas hacen parte de esta declaratoria, ¿cuál es? ¿Qué camino tomó el TEC de Cali con la creación colectiva y qué camino tomó la Candelaria?
Patricia Ariza: Bueno, el TEC jugó un papel muy importante. Y Enrique como teórico también. Él hizo muchas teorías muy provocadoras de la creación colectiva. Y ellos… lo que pasa es que el grupo después cambió. Y en este momento hay pocas personas de los originarios. Y ellos tenían al maestro Enrique, que era un dramaturgo, casi todas las obras las escribió. O el grupo hacía la creación colectiva a partir de un texto. También se puede hacer creación colectiva a partir de un texto. Nosotros hicimos el Quijote. Varias obras que yo le he propuesto a la Candelaria se han desarrollado colectivamente. Pero ellos jugaron un papel muy importante, por supuesto. Y no solo ellos, muchos otros grupos. Esquina Latina, un montón de grupos. Entonces, eso es de hecho patrimonio social, teatral. Pero, digamos, quienes se han ocupado de manera más constante y de manera más profunda de investigar han sido originalmente estos dos grupos. Pero eso no nos da el derecho a ser los propietarios de la creación colectiva. La ventaja es que es para todo el mundo.
Patrick Morales: Patricia, muchas gracias por esta conversación y por permitir a Bogotá, a la Nación o a otros países comprender la potencia de la creación colectiva, compartir con nosotros esa potencia y permitir también tomar la decisión de que pueda ser un patrimonio de los bogotanos y bogotanas. Patricia, muchas gracias.
Patrick Morales: Y muchas gracias a ustedes porque está siendo un proceso larguísimo donde hemos aprendido a reconocernos y a reconocer la creación, la utilidad social de la creación colectiva. Gracias a ustedes.
Patrick Morales:Gracias, Patricia. Gracias.