Hoy, 8 de marzo, desde el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural conmemoramos a las mujeres trabajadoras del hogar que fueron enterradas en el Cementerio de Pobres.
Noviembre 20 de 1902 190- Cresencia Rodríguez, hija de Josefa Rodríguez, de diez y seis años, natural de Facatativá, soltera, sirvienta, murió hoy en el Hospital de San Juan de Dios, de enteritis crónica, según lo certificó el Dr. Gallego. Obtuvo licencia para inhumar el cadáver en el cementerio de pobres, el Sr. Leonidas León.
Esta es una de las 355 partidas necrológicas o de defunción, como se conocen hoy en día, de las personas enterradas en el Cementerio de Pobres en 1902. De estas, 29 aparecen registradas con la profesión de sirvienta, como antes se llamaba a las mujeres trabajadoras del hogar y otras ocho están registradas con otros oficios asociados como lavanderas, sirviente, planchadoras, y cocineras. En total de todas las partidas necrológicas de 1914 hay 323, 1932 hay 590, y así sucesivamente, y en todas la labor de sirvienta ocupa los primeros tres lugares de muertes más recurrentes.
Hoy en el 8 de marzo, Día Internacional de los derechos la Mujer, desde el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) hacemos un homenaje a estas mujeres, a “las de atrás” del Cementerio de Pobres, a ellas que desde niñas lo dieron todo por servir en hogares, en su mayoría ricos, muchas de ellas enviadas de pueblos lejanos por sus propias familias.
Las muertes de Nieves, Irene, Tránsito, María, Rosa, Rafaela y otras mujeres está consignada en el libro ‘La Bogotá de los muertos: Borraduras y permanencias en el antiguo Cementerio de Pobres’, en donde tres investigadores e investigadoras del IDPC hacen una reconstrucción de este lugar desde varios aspectos, uno de ellos es las mujeres trabajadoras del hogar, que hasta fueron a parar en fosas comunes por no tener parientes que las reclamaran.
Las de atrás: cementerio de “sirvientas”
5 de abril de 1907 46- Pardo Tránsito, hija de José Pardo de diez y seis (16) años de edad, natural de Ubaque, soltera, sirvienta, murió el primero (1°) de los corrientes en el Hospital San Juan de Dios, de fiebre tifoidea, según lo certificó el Dr. Ángel G. Obtuvo licencia para inhumar el cadáver en el cementerio de pobres, Leonidas León.
En este apartado del libro escrito por Eloísa Lamilla Guerrero, antropóloga y coautora de la publicación, se narra a estas mujeres que eran pilares de cada hogar bogotano en el siglo XX, y que murieron por lo que hoy conocemos por desnutrición extrema, gripas, tuberculosis entre otras enfermedades contagiosas.
Actualmente “estamos ante un nuevo panorama, uno en el que las mujeres trabajadoras del hogar han decidido levantar la voz y organizarse”, así lo relata el libro que nos hace un llamado a conservar y resignificar la memoria de estas mujeres, así como se hizo durante Hallazgos, un proceso participativo en el que estuvieron involucradas diferentes tipos de mujeres y que se realizó en 2023, y que vuelve este año para continuar el trabajo de entender qué pasó con el Cementerio de Pobres y con las mal llamadas sirvientas.
