El próximo 5 de octubre Clara Brugada, asumirá como jefa de gobierno de Ciudad de México. La nueva líder administrativa de la gran metrópoli latinoamericana tendrá en su agenda grandes responsabilidades y retos relacionados con la seguridad, la movilidad y el desarrollo urbano y social entre otros muchos, pero antes de enfrentarlos estuvo en Bogotá reconociendo experiencias y modelos que puedan serle útiles y entre aquellos que querrá replicar, sobresale el Museo de la Ciudad Autoconstruida de Ciudad Bolívar.
Y es que como parte de su preparación para iniciar este periplo de seis años, la economista, que ha gobernado Iztapalapa, una de las 16 demarcaciones territoriales de Ciudad de México, en tres periodos distintos, llegó con su comitiva de alcaldes locales a Ciudad Bolívar, visitó, entre otros sitios, el Museo de la Ciudad Autoconstruida y quedó encantada.
“Esto del museo está muy bien, esto deberíamos hacerlo en todos los barrios”, le dijo Brugada a su equipo de alcaldes, saliendo del Museo y tras las fotos para el recuerdo en las que aparece sonriente al lado de Santiago Trujillo, secretario de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá; Eduardo Mazuera, director del Instituto de Patrimonio Cultural de Bogotá – IDPC; Alejandra Romero, gerente del Museo de Bogotá y María Soranny Vargas, encargada del Museo de la Ciudad Autoconstruida.
Brugada destacó la importancia de que -como su nombre lo indica- el museo sea un ejercicio de construcción colectiva en el que las comunidades son el eje principal. Y es que como bien lo explicó Eduardo Mazuera, director del IDPC, “el Museo es una plataforma de intercambio de ideas, una plataforma para la visibilización de las diferentes comunidades que están presentes en Ciudad Bolívar, comunidades que, además, vienen de diferentes regiones del país, de diferentes partes de Colombia diferentes etnias, que por múltiples razones, confluyen en este espacio donde, a través de una metodología de curaduría de construcción colectiva, se llega a una serie de resultados que podemos ver en las exposiciones”.
Para Alejandra Romero, gerente del Museo de Bogotá, del que hace parte el Museo de la Ciudad Autoconstruida, este es “un sueño de las comunidades que se ha venido gestando desde hace mucho, mucho tiempo y que pudimos abrir en el año 2021 con distintas exposiciones que dan cuenta de cómo se vive en el territorio, cuáles son las luchas y las apuestas de la comunidad así como las intenciones de construir una Bogotá con relaciones más justas, en la que todos podamos vivir”.
Eso ha sido posible gracias al trabajo mancomunado con más de 20 colectivos comunitarios y líderes del territorio; cabe destacar que hasta hoy el Museo ha recibido más de 140 mil personas y ha tenido un gran alcance, no solamente en la localidad, sino también entre las personas que habitan el borde sur de la ciudad.
A la cabeza de esos procesos está María Soranny Vargas, quien como líder del Museo y habitante de la localidad, destaca que “este es un espacio para reflexionar en torno a la autoconstrucción de la localidad, de un tejido social y comunitario que se realiza en cuanto yo voy haciendo mi barrio. Acá encontramos las voces y las resistencias de Ciudad Bolívar, pero también las voces y las resistencias de la periferia y en ese sentido las voces y las resistencias de toda una América Latina”.
En ello estuvo de acuerdo Brugada, encargada de enmarcar cada día en una mejor ciudad la vida de millones de mexicanos, que celebró el hecho de que lo que hoy es un patrimonio de la localidad de Ciudad Bolívar, surgiera de una curaduría colectiva.
“Todo lo que encontramos en el Museo es hecho por manos, corazones y mentes de artistas, organizaciones y colectivos de esta localidad”, recalcó Soranny y agregó que “el Museo vibra con las dinámicas de la localidad misma y es un escenario para las gentes que habitan el borde sur de la ciudad, un escenario de encuentros, de conversatorios, donde además tenemos un Círculo de la Palabra”.
Un Círculo de la Palabra que, enfatizó Eduardo Mazuera, “se hizo de manera conjunta con las comunidades indígenas presentes en Ciudad Bolívar y que es un lugar de intercambio de ideas, de reunión, de respeto, de tolerancia, en donde se construyen una cantidad de relatos que, eventualmente, se van materializando en la forma de las exposiciones que tenemos aquí representadas en el Museo”.
“Este museo no tendría sentido si ustedes no están participando de lleno, así que nos da mucho gusto haber conocido esta experiencia maravillosa”, le dijo Clara Brugada a todos los presentes, al despedirse, expresando su agradecimiento. Se fue contenta de Ciudad Bolívar, disfrutó de la gastronomía colombiana, de Bogotá Colors y del TransMiCable, elogió el sancocho de pescado, los patacones y las arepas y se fue pensando en las comunidades que en su México lindo pueden crear Museos Autoconstruidos de Ciudad.