El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural — IDPC, en articulación con la Gobernación de Cundinamarca, concluyó la recuperación de la fachada del Palacio de San Francisco, Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional y sede principal de la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25. Esta intervención buscó resaltar la calidad técnica y estética del diseño original de la fachada y retornar la legibilidad de la materialidad en piedra labrada, reafirmando su vigencia en el corazón de la ciudad.
Durante el desarrollo de la intervención no hubo hallazgos distintos a los previstos en el diagnóstico inicial, sin embargo, con las acciones de limpieza de grafitis y biodeterioro, entre otras, se pudo recuperar la lectura general del inmueble, poniendo en evidencia elementos particulares de la fachada como las molduras foliadas a la altura del primer cuerpo.
Asimismo, se buscó generar mecanismos de protección que garanticen la sostenibilidad de la intervención; por ello, en el zócalo, afectado constantemente por usos indebidos, se aplicó un mortero protector a base de cal y arena, legible y reversible, que actúa como barrera frente a agentes químicos y antrópicos, sin afectar la autenticidad del inmueble.


Durante cuatro semanas, la ciudadanía pudo seguir de cerca el avance de los trabajos en la Avenida Jiménez, en un ejercicio de pedagogía urbana que comenzó con un recorrido realizado el 1.º de agosto por la cantería bogotana en su máxima expresión: fachadas en piedra amarilla con vetas rojizas, labradas para edificios institucionales que buscaban transmitir estabilidad en tiempos de transformación. Este recorrido incluyó una mirada a hitos como el Templete al Libertador, la Academia de la Lengua, el edificio “El Tiempo”, Continental, el edificio Monserrate y el edificio Pedro A. López del Ministerio de Agricultura, ejemplos de la consolidación del centro histórico.
La experiencia tendrá continuidad el próximo 22 de agosto, cuando se presenten los resultados de la recuperación de la fachada del Palacio de San Francisco, uno de los Bienes de Interés Cultural más importantes del país. Para este segundo recorrido, los asistentes podrán apreciar de cerca sus proporciones neoclásicas, las pilastras y cornisas que estructuran la composición y los detalles ornamentales que la distinguen. La convocatoria para este espacio ya alcanzó su cupo máximo.
Como parte de los requerimientos del Ministerio de las Culturas, se elaboró un registro gráfico y documento escrito de todas las acciones llevadas a cabo, material que servirá como insumo técnico para futuros mantenimientos.
Es importante mencionar que, como estrategia de sostenibilidad, el IDPC realizará un monitoreo constante del estado de conservación de la fachada, un diálogo con los administradores del Bien, y la implementación de los procedimientos avalados por el Ministerio, el cual tiene una vigencia de tres años.
Para Diego Parra, director del IDPC:
“Intervenir el Palacio de San Francisco no es solo una tarea técnica, es un compromiso con la historia y con la ciudad que queremos proyectar. Cada piedra forma parte de un relato que debemos preservar sin congelarlo. Restaurar su fachada significa garantizar que este Bien de Interés Cultural mantenga su autenticidad y siga dialogando con la vida contemporánea. Coincidir con la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25 refuerza ese propósito de mostrar que el patrimonio es una plataforma para la creatividad y la imaginación”.
La intervención deja también un aprendizaje clave para el centro histórico: la importancia de la comunicación constante entre administradores de inmuebles y entidades públicas para asegurar intervenciones integrales y sostenibles. Del mismo modo, el proceso confirmó el valor de la divulgación ciudadana como parte esencial de la conservación; acercar lo técnico con un lenguaje claro y pedagógico fortalece la relación de la ciudad con su patrimonio.
El Palacio de San Francisco será la sede central de BOG25, que se realizará entre el 20 de septiembre y el 9 de noviembre. La Bienal activará el Eje Ambiental como escenario de diálogo entre arquitectura, arte contemporáneo y ciudadanía: poco menos de un kilómetro de espacio público que conecta con los cerros orientales y guarda la memoria del río San Francisco, hoy convertido en un corredor peatonal cargado de historia. Con la participación de más de 100 artistas nacionales e internacionales, exposiciones en espacios no convencionales y recorridos satélites en distintas localidades, BOG25 invita a caminar la ciudad como un gran museo abierto.
La recuperación del Palacio es, en este sentido, más que una intervención técnica, es parte de la conversación sobre cómo habitamos y reinterpretamos lo que nos define. Un gesto que dignifica el centro histórico, fortalece la percepción del patrimonio como valor colectivo y abre el escenario para que Bogotá se piense a sí misma como obra viva en el marco de la Bienal.