En el marco de la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, la socialización de la actualización de la Ley de Mujer Rural y un mercado campesino organizado por la Secretaría de la Mujer y el Instituto para la Economía Social – IPES, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – IDPC anunció el inicio de procesos de inventario en las ruralidades de Ciudad Bolívar y Usme. Este trabajo continúa la labor realizada previamente en Sumapaz, donde se identificaron seis elementos patrimoniales.
Estos inventarios tienen como objetivo identificar y registrar los conocimientos, prácticas y tradiciones campesinas que las comunidades consideran fundamentales para su identidad. En continuidad con el trabajo realizado en Sumapaz, donde el equipo del IDPC aportó a la reflexión del papel de las mujeres rurales, en áreas como la gobernanza del agua, las artes, la partería, la educación campesina y las formas de organización social, estas últimas, fundamentales para la preservación y transmisión de estos saberes.
Durante la jornada, el equipo de Patrimonio Cultural Inmaterial – PCI del IDPC presentó a las asistentes de Usme y Ciudad Bolívar la metodología del inventario, explicando cómo se determinarán las actividades y tradiciones más relevantes para estas comunidades. El inventario como un proceso participativo que invita a la comunidad a reflexionar sobre sus propios conocimientos y prácticas para asegurar su preservación y transmisión a futuras generaciones.
“Nuestro objetivo es cumplir con la política pública de ruralidad de Bogotá, que nos guía a realizar inventarios de los saberes campesinos en las zonas rurales. Ya hemos identificado seis patrimonios vivos en Sumapaz, y ahora nos enfocamos en Ciudad Bolívar y Usme,” explicó Nicole Bejarano, antropóloga del equipo de PCI del IDPC. Actualmente, el proceso está en una fase de divulgación e invitación a las comunidades rurales, promoviendo el diálogo sobre los saberes locales para garantizar su preservación. “Estamos evaluando cómo las comunidades pueden participar en la salvaguardia de sus conocimientos y tradiciones, lo que nos permitirá tomar decisiones sobre los próximos inventarios en cada localidad durante este cuatrienio,” añadió Bejarano.
El inventario se basa en el diálogo con la comunidad, permitiendo que sus integrantes compartan y valoren los saberes que desean preservar. “La mujer campesina, por ejemplo, es un patrimonio vivo por su diversidad de conocimientos y su capacidad de generar iniciativas en sus territorios, desde el cuidado del agua hasta la partería. Además, hay proyectos enfocados en el cuidado del agua, el impacto climático y la transformación de suculentas. También existen viveros y mujeres dedicadas a la partería. Estos saberes deben ser transmitidos a las nuevas generaciones, que, aunque viven en el campo, están cada vez más influenciadas por la modernidad y la tecnología” señaló Doris Orozco, habitante de la vereda El Curubital y representante de la Junta de Acción Comunal de Usme y del Consejo Consultivo de Mujeres de la localidad de Usme.
Los procesos campesinos, como la agricultura sostenible y la protección del medio ambiente, son fundamentales para la identidad rural y la preservación del patrimonio cultural en la región. “El cuidado del páramo y los recursos naturales, como lo hacen los campesinos de Sumapaz, es un claro ejemplo de cómo estas prácticas deben ser reconocidas como patrimonio,” comentó Matilde Mora, lideresa social de la región y de la plataforma de mujer rural en el país, y agregó: “El trabajo del IDPC en el reconocimiento de los procesos rurales es fundamental. Es crucial que se cuente la historia de cómo el campesinado, aunque no siempre con títulos académicos, tiene un profundo instinto de preservación y protección de los recursos naturales”.
El equipo del IDPC continuará trabajando de cerca con las comunidades rurales de Usme y Ciudad Bolívar, invitando al campesinado a participar y compartir sus experiencias para asegurar que sus conocimientos y tradiciones sean visibilizados y protegidos.