Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

Intervención en estación Bicentenario fortalece vínculos entre ciudadanía, entidades y empresas

Intervención en estación Bicentenario fortalece vínculos entre ciudadanía, entidades y empresas

Intervención en estación Bicentenario fortalece vínculos entre ciudadanía, entidades y empresas

Intervención en estación Bicentenario fortalece vínculos entre ciudadanía, entidades y empresas

julio 28, 2025

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El espacio público es el primer escenario donde se vive la ciudad. Bajo esta premisa, decenas de personas se unieron en la estación Bicentenario de TransMilenio para participar en una jornada de intervención integral liderada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – IDPC, en articulación con múltiples entidades públicas y privadas. Esta actividad no solo buscó embellecer y recuperar una de las principales entradas al Centro Histórico de Bogotá, sino también resignificar su papel como lugar de encuentro, conexión y memoria urbana.

La jornada se desarrolló en el marco del Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Bogotá (PEMP-CHB), como parte del programa Territorios Vitales, que tiene por objetivo revitalizar sectores claves del Centro Histórico a través del mantenimiento, recuperación y enlucimiento del espacio público. En este caso, el punto de intervención fue la estación Bicentenario, ubicada en una zona estratégica que conecta con el parque Tercer Milenio y el Centro Administrativo.

Las labores incluyeron limpieza de zonas verdes, enlucimiento de la plazoleta y otros sectores aledaños, pintura de accesos a la estación, acciones de muralismo, intervenciones con urbanismo táctico, pedagogía ciudadana y atención social. Esta estrategia integral busca hacer frente a problemáticas como la inseguridad, el deterioro del entorno urbano y la habitabilidad en calle, aspectos que afectan la calidad de vida en este sector clave del Centro Histórico.

Miguel Ángel Villamizar, Gerente de Instrumentos de Planeación y Gestión del IDPC, señaló:

“Esta jornada se realizó para mejorar las condiciones y calidad del acceso al Centro Histórico de Bogotá por la estación Bicentenario. Nos unimos, entidades públicas y empresas privadas, para hacer una limpieza de este espacio, de las zonas verdes, de los bajopuentes y del ingreso a la estación. La idea es que va a ser continuo, periódico, e iniciamos precisamente estos trabajos en articulación con la estrategia del Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Bogotá (PEMP-CHB)”.

Esta intervención piloto demuestra cómo, a través de la gestión cultural del territorio, es posible reducir la percepción de inseguridad y penumbra en espacios de alta demanda de transporte. La estación Bicentenario, más allá de ser un nodo de movilidad, se reconoce como infraestructura urbana con potencial para articular dinámicas sociales, culturales y económicas.

«Me parece muy importante esta actividad en la que las entidades del Distrito se apropian del espacio público y le muestran a la ciudadanía la importancia de mantenerlo limpio, ordenado y de alguna manera transformado, lo que nos permite a los ciudadanos sentirnos seguros. Estoy contenta al ver el compromiso de todos. Espero que los vendedores informales y los cachivacheros que permanecen en el sector, al igual que los ciudadanos, cuidemos y esto perdure en el tiempo», expresó Ángela Carvajal, usuaria del sistema de transporte TransMilenio.

La jornada fue posible gracias a una alianza interinstitucional que reunió a Alfa, Cencosud, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, la Secretaría de Integración Social, la Secretaría de Gobierno, la Secretaría General, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, la Alcaldía Local de Santa Fe, TransMilenio, el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, la Policía Comunitaria de Santa Fe y el Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público.

Esta intervención no es un hecho aislado, sino parte de un esfuerzo sostenido por construir una ciudad más habitable, segura y amable. El llamado final es a la ciudadanía: apropiarse de estos espacios, cuidarlos y convertirlos en escenarios de vida colectiva. Porque el patrimonio no solo se conserva: también se protege día a día, en las calles, en los muros, con la mirada de quienes transitan la ciudad.