Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

Bogotá en miniatura: el IDPC recupera mapa en relieve del Parque Nacional

Bogotá en miniatura: el IDPC recupera mapa en relieve del Parque Nacional

Bogotá en miniatura: el IDPC recupera mapa en relieve del Parque Nacional

Bogotá en miniatura: el IDPC recupera mapa en relieve del Parque Nacional

octubre 6, 2025

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Caminar por el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera es encontrarse con un paisaje donde convergen árboles centenarios, senderos de alamedas, jardines y el murmullo constante del río Arzobispo. Entre monumentos escultóricos, históricos y elementos ornamentales que hicieron parte de la apuesta urbana de la ciudad en términos de parques públicos, se encuentran también dos piezas particulares: los mapas en relieve de Colombia y de Bogotá.

Mapas que fueron instalados en 1995, en el marco de la renovación del Parque Nacional. Dos piezas que a través del tiempo han permitido a sus habitantes y visitantes reconocer el territorio a otra escala. 

Al llegar al de Bogotá se abre frente a los ojos un círculo monumental de concreto, delimitado por muros de piedra y accesible por escaleras de piedra. Allí, el mapa de Bogotá se extiende como un paisaje petrificado de unos doce metros de diámetro. Sobre su superficie destacan los verdes que señalan valles y planicies, los tonos ocres y rosados que recrean las montañas orientales, y una red de líneas rojas y azules que trazan ríos, quebradas y caminos. La textura rugosa, llena de pliegues, reproduce la topografía de la ciudad, invitando a recorrerla. No es un mapa plano, sino una geografía hecha cuerpo: Bogotá en miniatura que convierte al Parque Nacional en un mirador a ras del suelo.

Con el paso del tiempo, la exposición permanente a la intemperie fue desdibujando su colorido original, hasta volver borrosas las diferencias que le daban vida. Fue entonces cuando el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural a través de su Brigada de Atención a Monumentos – BAM asumió el reto de devolverle al mapa su vitalidad cromática y, con ella, su papel como herramienta pedagógica y patrimonial.

Intervención a una maqueta monumental

Durante un mes la BAM realizó un proceso de intervención integral. El trabajo comenzó con una limpieza detallada de toda la superficie, que permitió identificar los pigmentos originales aún presentes. 

A partir de allí, el equipo procedió a restituir la intensidad de los colores que, por el paso de los años y la exposición permanente al sol, la lluvia y el viento, habían perdido saturación. Con cada trazo, el mapa recuperó la diferencia entre verdes, ocres, rosados, rojos y azules, volviendo a mostrar los niveles y relieves de la ciudad en una lectura clara y comprensible.

La intervención también incluyó la recuperación de la placa de identificación del mapa. Allí se explican los colores empleados y lo que representan, información fundamental para que cualquier persona pueda comprender de manera inmediata lo que observa frente a sí.

“La recuperación de este mapa reafirma nuestro compromiso con el cuidado del patrimonio material que habita el espacio público y con la participación ciudadana en su conservación. A través de programas como Adopta un Monumento, fortalecemos el vínculo entre la técnica y la comunidad, recordando que cada bien patrimonial es una construcción colectiva que se preserva con las manos, la memoria y el compromiso mutuo”, afirmó Diego Parra Cortés, director del IDPC.

Un ejercicio de conservación participativa

Este proceso incluyó una activación social que permitió ir más allá de la intervención técnica especializada. A través del Programa Adopta un Monumento, se contó con la participación de estudiantes de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la Universidad Externado de Colombia. 

La jornada inició con un recorrido histórico sobre el Parque Nacional y una introducción sobre la importancia de sus bienes muebles, guiada por el equipo de la BAM. Posteriormente, los estudiantes recibieron orientaciones sobre seguridad y técnicas de repinte, para finalmente sumarse de manera directa a la recuperación del mapa.

La actividad promovió la apropiación cultural y el aprendizaje práctico en torno a la conservación de bienes en el espacio público. Los y las estudiantes fortalecieron su comprensión sobre los aspectos técnicos, metodológicos y operativos vinculados al cuidado y la reactivación patrimonial, en diálogo cercano con el equipo del IDPC. Para la Brigada, fue también la oportunidad de transmitir su conocimiento y experiencia a nuevas generaciones de profesionales que, en el futuro, serán guardianes del patrimonio cultural de la ciudad.

Un patrimonio que invita al cuidado colectivo

La recuperación de este bien mueble le devuelve a la ciudad, más allá de su materialidad, un puente entre la geografía, la pedagogía y la memoria. Hoy, quienes recorran el parque podrán leer de nuevo la topografía bogotana con la claridad de los colores restituidos.

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Antes
Después

Esta intervención realizada en 2025 es un paso fundamental no solo para conservarlo físicamente, sino también para abrir la puerta a nuevas investigaciones que nos permitan entender mejor el origen de este monumento y su lugar en la memoria de Bogotá.

Con acciones como esta, el IDPC reafirma su compromiso con la protección y activación social del patrimonio cultural, recordándonos que cada monumento forma parte de la historia compartida de la ciudad y de la responsabilidad ciudadana por cuidarla.