Foto de portada: https://www.bibliotecanacional.gov.co/
El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – IDPC rinde homenaje a la vida y obra del arquitecto Jacques Mosseri Hané (1936-2025), a propósito de su fallecimiento. Maestro de la arquitectura colombiana y figura clave en la construcción de una mirada sensible y rigurosa sobre el patrimonio cultural, la ciudad y la memoria colectiva, Mosseri no fue únicamente un arquitecto destacado: fue un humanista que concibió la arquitectura como un puente entre pasado y futuro, entre la tradición y lo contemporáneo, entre la ciudad construida y la vida de sus habitantes. Su legado en Bogotá y en Colombia permanece vasto, sólido y entrañable.
A lo largo de su carrera dejó obras que hoy forman parte de la memoria urbana de Bogotá. Junto con Dicken Castro diseñó la Plaza de Mercado de Paloquemao, inaugurada en 1967, un ejemplo admirable de arquitectura moderna aplicada al espacio público que combina amplitud, luz natural y funcionalidad con la vitalidad comunitaria de un mercado tradicional. También fue el autor de la Casa Bosque Izquierdo, concebida junto a la artista Ana Mercedes Hoyos, donde la montaña, los patios y los materiales locales se funden para crear un espacio íntimo y profundamente enraizado en los cerros orientales de la ciudad. En la remodelación de la Biblioteca Nacional de Colombia, realizada entre 1977 y 1978, supo preservar el carácter patrimonial del edificio al mismo tiempo que introdujo mejoras funcionales que la hicieron más accesible y útil para los ciudadanos.
Entre 1977 y 1978, en Bogotá, Jacques Mosseri lideró la remodelación de la Biblioteca Nacional de Colombia, proyecto que conservó el valor patrimonial del edificio.
En marzo de 1969, el Gobierno Distrital le confió el diseño del Palacio Distrital, sede de la Alcaldía y el Concejo de Bogotá. Su propuesta fue reconocida por buscar “una máxima integración del nuevo edificio a las condiciones, determinantes y carácter propios del centro cívico e histórico de la ciudad”, con un diseño que contemplaba tres pisos, parqueaderos subterráneos y una plazoleta arborizada con balcones escalonados, reafirmando la vocación democrática del corazón de Bogotá. Además, contribuyó con planes urbanos en ciudades como Barrancabermeja y Quibdó, siempre con una visión sensible hacia el entorno y la vida de quienes lo habitan.
Más allá de sus proyectos, Jacques Mosseri fue un maestro generoso que dedicó buena parte de su vida a la docencia en universidades como la Javeriana, Los Andes, la Nacional y la Tadeo, donde formó a generaciones de arquitectos con la convicción de que la ciudad debía entenderse como patrimonio vivo y como espacio de encuentro.
El IDPC reconoce en él a un referente invaluable para la arquitectura y el patrimonio nacional. Su obra nos deja espacios donde la memoria se encuentra con la vida cotidiana y su pensamiento nos inspira a seguir construyendo ciudades más humanas, más justas y más conscientes de su historia. Acompañamos con un abrazo solidario a su familia, amigos, colegas y estudiantes, seguros de que su legado permanecerá tan firme como las estructuras que levantó y tan vivo como las ideas que sembró.