Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

Inventario rural del patrimonio vivo campesino del Sumapaz, un hito en Bogotá

Inventario rural del patrimonio vivo campesino del Sumapaz, un hito en Bogotá

Inventario rural del patrimonio vivo campesino del Sumapaz, un hito en Bogotá

Inventario rural del patrimonio vivo campesino del Sumapaz, un hito en Bogotá

diciembre 5, 2024

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Sumapaz es un territorio en el que el realismo mágico también cobra vida al igual que en Macondo. A 3.500 metros de altura rodeada de frailejones, agua cristalina y aire puro, la localidad 20 de Bogotá nos recibe luego de un viaje de varias horas para llegar a la primera vereda, Santa Rosa.

Aunque el frío es característico en este lugar, y la ruana y los sacos son tradicionales, el calor humano de las mujeres y hombres que estaban reunidos en el salón comunal para la entrega de los resultados del Inventario de patrimonio vivo de Sumapaz, una herramienta para identificar y registrar los conocimientos, prácticas y tradiciones campesinas que las comunidades consideran fundamentales para su identidad, fue suficiente para sentirnos en casa.

Cerca de 20 personas rodearon la simulación de un fogón de leña, muy importante en la cultura campesina, para dar inicio a este espacio citado por el equipo de Patrimonio Cultural Inmaterial – PCI del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – IDPC, con el apoyo de la Alcaldía de Sumapaz, que trabajaron durante cuatro años en el levantamiento de las manifestaciones que caracterizan a Sumapaz.

En este tiempo, el equipo de PCI recorrió las 28 veredas de Sumapaz para socializar la intención de este Inventario, “este proyecto comenzó a raíz de la propuesta de patrimonialización del Páramo de Sumapaz en el que el campesinado no se vio reflejado porque querían reconocer la naturaleza, pero no el patrimonio vivo que habita este territorio. Entonces cuando el IDPC llegó con esta propuesta inicial no fue bien aceptada, entonces, se generaron espacios de diálogo con las organizaciones campesinas para transformarla y obtener el resultado que hoy tenemos”, comenta Libia Villalba, integrante del equipo de PCI y habitante de la vereda Chorreras, corregimiento San Juan en Sumapaz.

Es así como, en asambleas campesinas, se priorizaron seis manifestaciones sumapaceñas:

  • Procesos organizativos
  • Partería campesina
  • Prácticas de gobernanza alrededor del agua
  • Formas de agricultura
  • Expresiones artísticas
  • Educación propia

Marta Carvajal Peñaloza, partera de Sumapaz, cuenta: “mi madre fue partera durante muchos años (…). Aprendí algo de ella, aunque no todo, porque las mamás siempre son un poco reacias a que sus hijas se involucren en estos procesos. Sin embargo, a mí me llamó mucho la atención”. Luego de ser su propia partera en el embarazo de su primer hijo, Marta decidió que con su conocimiento y solidaridad podría ayudar a más mujeres de su región, y decidió seguir en este oficio. 

Así como Marta es una de las representantes de la partería en Sumapaz, Rosalba Rojas hace parte del grupo de teatro Las Frailejonas y representa las expresiones artísticas de la localidad. “En nuestras muestras de teatro hablamos sobre los derechos de la mujer, además de contar historias personales o de otras compañeras, también del machismo con el que todas hemos tratado”.

Y es que en este proceso no solo se trabajó por reconocer estas manifestaciones, sino que también se establecieron lazos significativos entre el IDPC y la comunidad. Para Nicole Bejarano, integrante del equipo de PCI “este fue un proceso muy significativo. Encontré mujeres que viven vulnerabilidades muy fuertes y que, a través de este proceso, se sintieron reconocidas y acogidas. Eso fue muy poderoso. Además, me impactó ver cómo ellas se convierten en luz para otras mujeres de diferentes territorios. Hablar desde el enfoque de género en el patrimonio vivo fue clave. Fue encontrar el rol de las mujeres en las diferentes manifestaciones culturales. En muchos casos, las mujeres ocupan roles secundarios, ligados al cuidado, y sus actividades no son nombradas ni visibilizadas. Identificar esto fue extremadamente poderoso e innovador”.

Luego de este ejercicio, es momento de recorrer otras ruralidades como la de Usme y Ciudad Bolívar, como indica la Política Pública de Ruralidad, en donde el equipo de PCI ya está trabajando para evaluar cómo las comunidades pueden participar en la salvaguardia de sus saberes y prácticas, lo que permitirá tomar decisiones sobre los próximos inventarios en cada localidad durante este cuatrienio.

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