El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) estrena el tercer capítulo de la serie “En Obra: patrimonio en movimiento”. Este episodio presenta el proceso de intervención que se lleva a cabo en  la Casa Rosada, ubicada en la carrera 3 No. 11-88, en el tradicional barrio Egipto, en la localidad de La Candelaria. En esta ocasión, veremos cómo la casa ha sido testigo del paso del tiempo y nos acercaremos, a través de sus diferentes capas, a los valores patrimoniales que su actual intervención, aprobada por el IDPC, busca preservar.

El autor original de la Casa Rosada es desconocido, pero a través de la investigación histórica es posible ver que su construcción data del período colonial y sus valores patrimoniales, a pesar del paso del tiempo y de algunas intervenciones, aún se conservan. Esos valores tienen que ver con su estructura arquitectónica que no ha sido modificada significativamente, por lo que hoy podemos encontrar elementos como vigas, columnas, ventanas y el patio central, típicos de la República y la Colonia.

Su ubicación, en el centro histórico de Bogotá, evidencia que hizo parte de un eje comercial importante, además, su cercanía con la Plaza de Bolívar le permitió ser testigo, entre otros, de acontecimientos históricos tan importantes como “El Bogotazo”. La casa hace parte de una serie de casas denominadas “casas de renta”, comunes en la época en la que fue construida. También, ha funcionado como vivienda unifamiliar, con un uso comercial durante el periodo republicano y, durante la segunda mitad del siglo XX, se convirtió en un inquilinato. Vemos así que este inmueble se ha adaptado a las necesidades demográficas de la ciudad a lo largo del tiempo. 

Para Pedro Sánchez, asesor de la Subdirección de Gestión Territorial del Patrimonio del IDPC: “Las casas en el centro son únicas y evocan la noción de familia. Los cuartos de los padres e hijos, las áreas de juego y las pilas nos transportan a la vida de familias extensas que alguna vez habitaron estos espacios. A medida que se avanza en la restauración y la arqueología, se generan nuevos contenidos y sentidos. Es importante ver cómo el enfoque del Plan Especial de Manejo y Protección PEMP del centro histórico, a través de las unidades de paisaje y la interpretación del patrimonio en el presente, facilita procesos de restauración e incluso, la adaptación a nuevos usos. El patrimonio no se limita al inmueble en sí, sino que también incluye el contexto y las formas de habitar, así como los sentidos que las personas atribuyen a estos espacios”.

El IDPC, a través del Equipo de Anteproyectos, tiene el objetivo de evaluar interdisciplinariamente las solicitudes de anteproyectos para intervenir Bienes de Interés Cultural del ámbito Distrital, con el fin de proteger, salvaguardar, recuperar y conservar, los valores patrimoniales, verificando que la intervención no los afecte. Actualmente, la Casa Rosada se encuentra en proceso de construcción como parte de un proyecto privado de restauración. Esta intervención se enmarca dentro del Plan de Manejo y Protección del Centro Histórico que este año cumple dos años desde su adopción y que se constituye en una ruta para que como este, otros Bienes de Interés Cultural se conserven.