La llegada de la imprenta al Nuevo Reino de Granada en 1738 no pareció haber alterado la vida cotidiana de los entonces habitantes del virreinato. El público lector de los primeros impresos, que eran de un estricto origen religioso, se componía de un pequeño grupo de personas que tenían la rara característica de saber leer. ¿Cómo es que doscientos setenta años después Bogotá se convertiría en la Capital Mundial del Libro? La exposición Impreso en Bogotábusca responder a esta y otras preguntas sobre libros, impresos y lectores. A través de un recorrido por los espacios de Producción, Circulación y Recepción de libros e impresos de la ciudad, el visitante podrá ver la evolución histórica de imprentas, librerías y bibliotecas; no los encontrará como espacios inertes, sino como lugares de acción de cajistas, tipógrafos, linotipistas, editores, libreros y lectores. Es decir, se encontrará con las personas y saberes que desde el centro de la capital propiciaron la transformación de la cultura del libro y la lectura bogotana.