En el año 2021 se ha querido ir más allá del discurso convencional con el tema Pasados complejos: futuros diversos, ya que la protección de los monumentos y sitios patrimoniales requiere un examen crítico del pasado y una proyección sostenible para el futuro. Los debates recientes han dejado en evidencia el predominio histórico de ciertas narrativas patrimoniales sobre otras, lo cual ha generado profundos replanteamientos en la materia. Hoy nuestras reflexiones en el campo del patrimonio surgen de preguntas que nos ayudan a desnaturalizar certezas de antaño.

En concordancia con lo anterior, y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Unesco, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) adelanta una estrategia integral y descentralizada que busca garantizar la accesibilidad universal a los monumentos y sitios patrimoniales de Bogotá. Dicha estrategia parte de una visión incluyente, que promueve la conservación preventiva de los bienes patrimoniales a través de la apropiación ciudadana, dando igual importancia al cuidado material, al disfrute y a las resignificaciones que pueden surgir de las diversas interpretaciones sobre aquellos bienes de la ciudad.

En este sentido, el mantenimiento que la Brigada de Atención a Monumentos (BAM) del IDPC suele hacer a los bienes patrimoniales ubicados en el espacio público, actualmente, se complementa con otras acciones que fomentan la apropiación ciudadana. Entre 2020 y 2021 se han intervenido 54 bienes muebles, de los 714 que existen en el inventario del IDPC. La fuerza de este dato cuantitativo radica en que las acciones de restauración y mantenimiento se han realizado en marco de procesos locales más amplios, en los cuales han participado de manera activa las personas que habitan los entornos vecinales de los monumentos y demás obras intervenidas.

Con el propósito de fortalecer el carácter estratégico e integral de dichas intervenciones, se están adelantando estudios y prototipos para la creación de mobiliarios urbanos que serán instalados en los contextos de los monumentos. Estos mobiliarios ampliarán el horizonte de inclusión ciudadana, al permitir que las personas se relacionen con los bienes patrimoniales por medio del lenguaje inclusivo, de manera que podamos sobrepasar las barreras de la accesibilidad y disfrutemos del patrimonio material como un gran museo a cielo abierto, incluso desde la comodidad del hogar.