¿Cuándo se construyó esta basílica y quién fue su arquitecto?

La iglesia empezó su construcción en 1881 a partir de una pequeña capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y se concluyó aproximadamente hacia 1938 cuando se culminó la cúpula y el transepto. Varios arquitectos trabajaron en su realización por ejemplo Francisco Olaya, Julián Lombana y Antonio Stoute.

¿Por qué se llama Iglesia del Voto nacional?

Fue una idea que tuvo el arzobispo Bernardo Herrera Restrepo en 1902. Quien tuvo la idea de hacer un Voto Nacional al Sagrado Corazón de Jesús. Con este voto se buscaba la intervención divina para que se estableciera la paz en el país que en en este momento pasaba por la llamada Guerra de los Mil Días.

¿Cuál es su importancia histórica?

Es importante porque es una iglesia que en sí misma mezcla religión católica, política y nacionalismo. Es una iglesia que en su simbología está dedicada a la búsqueda de la paz del país. Además el Sagrado Corazón de Jesús es uno de los símbolos religiosos más importantes para los colombianos. Así mismo hay que recordar que entre 1914 y 1957 los presidentes recién elegidos renuevan el voto nacional al sagrado corazón por medio de un Te Deum. Los gobiernos liberales no participaron de este acto.

¿El obelisco se construyó primero y qué significa este obelisco?

El obelisco se inauguró en 1880 como homenaje a los próceres de la Independencia que fueron fusilados en este lugar y en otras partes de Colombia. El lugar se conocía como la Huerta de Jaime, pero desde 1850 se bautizó como Plaza de los Mártires y se concibió la idea del obelisco. Este entonces vino a hacerse realidad en 1880.

¿La importancia que tiene la recuperación de esta zona para la memoria del país?

Por un lado es un espacio urbano muy importante para la ciudad. Fue durante más de 350 años su extremo occidental y cuentan con un entorno patrimonial y con bienes de interés cultural de gran importancia para la ciudad. Y por otro lado el significado de la paz reflejado en la iglesia junto con el de los mártires reflejados en la plaza y su obelisco le dan un valor de gran importancia para nuestra memoria e historia. Son dos bienes de interés cultural con un alto significado político.