Como si de un limbo se tratara, los espacios del Hospital San Juan de Dios brindan una necesidad de enorme contemplación y vacío al mismo tiempo. Caminar sus pasillos en su estado físico actual, emite una sensación de nostalgia e impotencia simultáneamente, puesto que este espacio está en la memoria colectiva de los colombianos como el gran referente del desarrollo de lo salubre en este país, y paralelamente el inmenso detrimento vigente siembra en muchos una enorme tristeza por no verlo como lo fue que hace varias décadas.

Colindar es un díptico constituido por la perspectiva que este espacio nos da en la actualidad, cuyo fin es una invitación a ver más allá, fuera de lo que se tiene en este sitio, el punto de evolución en que se encuentra el Hospital San Juan de Dios y a imaginar en lo que podría convertirse en la actualidad si se le aprovecha óptimamente.