Tribulación

Diego H. Jiménez F.

Tribulación plantea un paralelismo entre el dolor y la adversidad que las personas pueden atravesar en tiempos de crisis, con lo que se observa en los espacios físicos o geográficos cuando son objeto de calamidad o decadencia.

Los últimos años nos han traído grandes cambios, repentinos para la mayoría, derivando en situaciones que, en muchos casos, nos atraparon sin las herramientas adecuadas para sortearlos. En mi caso particular, he estado lidiando con dos pérdidas importantes, de esas que atropellan, y quizás la única manera efectiva para superar el dolor es la misma que usamos para vencer un miedo: enfrentándolo.

Escenarios de esta naturaleza nos dejan abrumados, perplejos, con un vacío y oscuridad en nuestro interior. Guardando las proporciones, las crisis como consecuencia de grandes cambios fuera de nuestro control afectan de una manera similar a los lugares que habitamos o que cumplen una función determinada en el espacio vital de una persona o grupo de personas, como es el caso del Hospital San Juan de Dios. El Hospital se encuentra en lenta recuperación, luego de atravesar una grave crisis que llevó a su cierre, implicando el abandono y deterioro de su estructura, siendo aún hoy su interior testigo y albergue del vacío y la oscuridad.

Las imágenes capturadas revelan algunos símbolos de lo aquí descrito, como el contraste entre oscuridad y luz, que entraña la esperanza de una transformación positiva; la edificación y su desgaste representan a la resiliencia o la capacidad para adaptarse a diferentes circunstancias adversas; la transición entre blanco y negro y el color aluden a dejar de ver la vida con nostalgia; y por último, la figura humana desde el autorretrato caracteriza mi identificación con el lugar y su crisis, y al mismo tiempo, evoca con su transparencia cómo se desdibuja, a través del tiempo, en el olvido.