El goce de las montañas debe ser un derecho de todos, residentes y visitantes. Estas enmarcan la sabana y hacen las veces de “cordón verde”, equivalente a las riberas de las ciudades con frente marítimo o fluvial, cuyo espacio es legalmente de uso público. Sin embargo, en Bogotá todavía no somos del todo conscientes de la enorme importancia y potencial que estos tienen. Los Cerros son agua, son verde, son aire, son vista, son vida. Pero no siempre los reconocemos, los apreciamos y los cuidamos como es debido. De ahí el inmenso compromiso de valorarlos y protegerlos, así como de desarrollar sus posibilidades de uso y disfrute de manera respetuosa.