Los Cerros Orientales constituyen el mayor patrimonio de los bogotanos y son el principal activo cultural y paisajístico de la ciudad, donde radica buena parte de la identidad de la capital. Los Cerros Orientales, presencia inocultable y majestuosa, hacen única a Bogotá.
No es casual que en la ladera de esta imponente cadena montañosa se hubiera fundado la ciudad y que aún hoy esta siga siendo su sello distintivo. Los Cerros son protagonistas de planos, cuadros y fotografías históricas, así como de imágenes contemporáneas registradas con medios más sofisticados. En Bogotá todo sucede a sus pies; los Cerros son y serán testigos de la historia y de la evolución de la ciudad.
El goce de las montañas debe ser un derecho de todos, residentes y visitantes. Estas enmarcan la sabana y hacen las veces de “cordón verde”, equivalente a las riberas de las ciudades con frente marítimo o fluvial, cuyo espacio es legalmente de uso público. Sin embargo, en Bogotá todavía no somos del todo conscientes de la enorme importancia y potencial que estos tienen. Los Cerros son agua, son verde, son aire, son vista, son vida. Pero no siempre los reconocemos, los apreciamos y los cuidamos como es debido. De ahí el inmenso compromiso de valorarlos y protegerlos, así como de desarrollar sus posibilidades de uso y disfrute de manera respetuosa.
Autor: Germán Ferro – Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Año: 2017