Iniciado en octubre de 2016 y durante la vigencia 2017, se realizó el diagnóstico del PEMP. Como resultado, se encontraron cuatro grandes problemáticas en el Centro Histórico de Bogotá: 1) el patrimonio del Centro Histórico no cuenta con una identidad que la ciudadanía valore; 2) es un territorio fragmentado, desarticulado y disfuncional, lo cual conlleva a la pérdida de habitabilidad; 3) ha perdido su potencial competitivo y 4) la sobreposición normativa, de competencias y políticas, y la falta de mecanismos efectivos de gestión y financiación dificultan las intervenciones en el Centro Histórico.
El área del Centro Histórico de Bogotá contiene la mayor concentración del patrimonio de la ciudad con 2.145 Bienes de Interés Cultural, una gran diversidad de manifestaciones culturales y más de 24.000 árboles
A su vez, es: 1) una centralidad urbana, regional y nacional, con vitalidad comercial y donde se toman las mayores decisiones de Estado; 2) un centro de conocimiento y cultura por la presencia de museos, bibliotecas, universidades, colegios, plazas de mercado y puntos donde confluyen saberes y oficios tradicionales; y, 3) un centro residencial, conformado por barrios tradicionales, nuevos proyectos habitacionales y dinámicas cotidianas.
La principal problemática del Centro Histórico reside en que, actualmente, estos diferentes sistemas del carácter del centro y sus distintos actores tienen intereses y visiones divergentes que han hecho del territorio una realidad fragmentada, poco apropiada y deteriorada, que expulsa a residentes, hace ilegible el paisaje, tiene baja capacidad de responder a las dinámicas actuales y por ende, no es sostenible en el tiempo.